Este miércoles, el ejecutivo de Venezuela acusó a Guyana de poner en peligro la estabilidad de Latinoamérica. La adquisición de una nave patrullera por parte de Guyana ha encendido las alarmas en Venezuela, en un contexto donde la disputa por el Esequibo, una extensa área de casi 160.000 kilómetros cuadrados, sigue sin resolverse.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez, a través de la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter), hizo eco de un reportaje que detalla la compra de un patrullero oceánico por Georgetown a una compañía francesa.
“Guyana, junto a Estados Unidos, sus socios occidentales y su antiguo amo colonial (Reino Unidos) constituyen una amenaza a la paz de nuestra región. Venezuela seguirá vigilante de estas acciones de Guyana y persistirá en la vía de la legalidad internacional”, enfatizó Rodríguez.
Este reclamo ocurre tras la presentación de documentos por parte de Venezuela ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), hace dos días, que afirmarían la soberanía venezolana sobre el territorio del Esequibo, actualmente bajo administración guyanesa.
El Gobierno venezolano sostiene que la CIJ no tiene jurisdicción sobre este litigio y reivindica cerca del 70% del territorio guyanés, incluyendo zonas marítimas con reservas petrolíferas, basándose en que el Acuerdo de Ginebra de 1966 es el único marco legal válido para resolver la disputa.
La tensión territorial llegó a su punto culminante cuando Venezuela realizó un referéndum unilateral el 3 de diciembre, en el cual decidió anexar el Esequibo. Posteriormente, el presidente Nicolás Maduro ordenó el establecimiento de una división militar en las proximidades del área controvertida, entre otras acciones.
En marzo, Maduro declaró que, tras la decisión de la CIJ, Guyana se verá obligada a entablar negociaciones con Venezuela, ya que —insistió— no se reconoce la autoridad de dicho tribunal sobre el asunto.
Con información de SWI swissinfo.ch / EFE.
