El avión que transportaba a Evgeny Prigozhin, el jefe del grupo mercenario ruso Wagner, se estrelló este miércoles en la región de Tver, al norte de la capital rusa. Prigozhin, conocido como el “cocinero de Putin” por sus vínculos con el Kremlin, murió junto con su segundo al mando, Dimitri Utkin, y otros cinco pasajeros y tres tripulantes. Según algunas fuentes, el avión fue derribado por un ataque terrorista o por un disparo de defensa aérea, aunque oficialmente fue un “accidente”.
Prigozhin viajaba en un jet privado Embraer Legacy 600 desde Moscú a San Petersburgo, su ciudad natal. A las 18:20 hora local (16:20 GMT), el avión desapareció del radar a una altitud de 8.500 metros y a una velocidad de unos 950 kilómetros por hora. Los controladores aéreos intentaron contactar con la tripulación, pero no obtuvieron respuesta.
El avión se estrelló cerca del pueblo de Kuzhenkino, en la zona rural de Tver. En el lugar del siniestro se encontraron ocho cadáveres, casi todos con graves quemaduras. Se cree que será necesario realizar pruebas de ADN para identificarlos.
El suceso ocurrió dos meses después de que el jefe mercenario se rebelara contra el régimen político ruso y encabezara una marcha militar hacia Moscú para derrocar al Gobierno, a propósito de sus diferencias con la forma en que se está llevando la invasión rusa a Ucrania, que aún hoy sigue dejando muy mal paradas a las fuerzas armadas de Rusia.
La Autoridad de Aviación Rusa confirmó que Prigozhin y Utkin figuraban como pasajeros en el avión. El canal de Telegram Grey Zone, afín a Wagner, anunció la muerte de Prigozhin y lo calificó de “héroe de Rusia” y “verdadero patriota”. “Murió como resultado de las acciones de los traidores de Rusia. ¡Pero incluso en el infierno, él será el mejor!”, decía el mensaje.
Varios medios rusos apuntan a la posibilidad de que el avión fuera víctima de un atentado terrorista. Según los canales Mash y Baza, se escucharon dos fuertes explosiones en el cielo durante el vuelo. Los servicios especiales han abierto una investigación sobre el caso.
Personaje polémico
Prigozhin era uno de los hombres más influyentes y controvertidos de Rusia. Se le consideraba el patrón del grupo Wagner, una organización mercenaria que ha participado en conflictos armados en Siria, Libia, Ucrania y varios países africanos. Prigozhin también estaba detrás de la llamada “fábrica de trolls”, una red de propaganda digital que interfirió en las elecciones estadounidenses de 2016.
Prigozhin tenía estrechos vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin, a quien servía como proveedor de catering en eventos oficiales. Prigozhin estaba sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) por su papel en la desestabilización internacional.
La muerte de Prigozhin no sorprendió a la Casa Blanca, que afirmó que “pocas cosas suceden en Rusia sin el conocimiento de Putin”. El presidente estadounidense, Joe Biden, añadió que Prigozhin era un “enemigo de la democracia” y que su desaparición era “un alivio para el mundo”.
El “accidente” ocurrió cerca de la residencia de Putin en Valdai, donde el mandatario ruso participaba en una ceremonia para conmemorar el 80 aniversario de la Batalla de Kursk. Putin no hizo ninguna referencia al suceso en su discurso.
Fuentes cercanas a Prigozhin dijeron que no podían contactar con él y que esperaban un milagro. El jefe mercenario había llegado hoy a Rusia desde África, acompañado de todo el equipo directivo de Wagner. Su muerte deja un vacío en el poder y plantea interrogantes sobre el futuro del grupo Wagner y sus operaciones en el extranjero.