La ansiedad aumenta a medida que los estadounidenses digieren las amenazas nucleares de Rusia en la guerra contra Ucrania, incluso más allá del frente de batalla. Algunos piensan —según estudios de opinión pública— que la humanidad se encamina a una Tercera Guerra Mundial.
La posibilidad de que Rusia aumente su escalada bélica con un ataque nuclear genera nerviosismo, pero los expertos llaman a no entrar en pánico, al menos todavía.
La joven estudiante estadounidense Johneé Wilson le dijo la Voz de América que reconoce que los temores nucleares y sobre todo las amenazas contra Ucrania son “aterradores”, pero que aún no son parte de las conversaciones en su grupo de amigos y de la clase.
“Probablemente estemos hablando de nuestra lista de reproducción de Spotify si no estamos en clase. Nuestros abuelos y padres, que pueden haber crecido durante la era de la Guerra Fría, sentí que el precipicio, la ansiedad era un poco más alta para esa generación”, dijo la estudiante a VOA.
Las preocupaciones que eran latentes durante la era del Telón de Acero parecen estar regresando a posesionarse de la conciencia colectiva del estadounidense promedio que durante la última década del siglo pasado y las primeras del siglo XXI olvidó casi por completo el riesgo nuclear de una guerra.
Esa es la conclusión de la Asociación Americana de Psicología a partir de una encuesta realizada luego de que se desatara la guerra de Rusia contra Ucrania en febrero de este año.
La experta Vaile Wright, de la Asociación Americana de Psicología, le dijo a la VOA que el muestreo tomado en marzo de este año indicó que “el 69% de los estadounidenses dijeron que estaban estresados porque el ataque en Ucrania podría conducir a una guerra nuclear”.
Los investigadores han tratado de ahondar en “cuál sería la sensación de amenaza” y en si las personas encuestadas realmente piensan que un eventual ataque nuclear podría llegar a las costas del territorio estadounidense.
Esto en comparación —según la experta— “con esta sensación de, ya sabes, solo cambios catastróficos en el mundo”.
Bomba sucia y mapas interactivos
Estos días las posibles consecuencias de una bomba nuclear, incluso la detonación de la llamada “bomba sucia” ha generado más preocupación en Occidente ante los movimientos y llamados que hizo el mismo alto mando militar ruso de que “algo podría pasar en Ucrania”, de una supuesta autoexplosión de una bomba sucia, que reúne componentes nucleares para inculparles.
El presidente Joé Biden advirtió que el sulo uso de un ataque nuclear se considera de hecho un “grave error error” del presidente Vladimir Putin, por la respuesta que tendría de los países aliados.
Expertos han matizado que el riesgo de una detonación nuclear sobre una zona habitada no se ve posible en lo inmediato, pero no descartan que Rusia hiciera una detonación en una zona abierta para mostrar su capacidad. Ese solo hecho supondría una escalada mayor.
El experto Alex Wellerstein, creador de la iniciativa Nukemap, un sitio de mapas interactivos que utiliza datos de información desclasificada sobre los efectos de armas nucleares, le dijo a la VOA que estos días “las posibles consecuencias de una bomba nuclear, incluidas las muertes y contaminación se pueden visualizar”.
Al entrar al sitio y activar los tipos de bombas y las superficies a detonar en los mapas disponibles “se pueden visualizar fácilmente con solo hacer clic en un botón“, explica Wellerstein. “Conéctate, selecciona una bomba, ubica el objetivo en el mapa y detona”.
Este historiador de la era nuclear dice que los resultados hipotéticos al usar los mas interactivos “son preocupantes”.
¿Temores exagerados?
Otros conocedores como William Alberque, experto en proliferación nuclear, dice que por el momento los temores de que el presidente Putin se decline por el uso de una bomba nuclear “son exagerados”.
“No creo que movilizaría cientos de miles de tropas a un costo masivo para la economía rusa y usaría armas nucleares, sería lo uno o lo otro. Los costos políticos y económicos masivos, además de los costos militares en los que Rusia incurriría con el uso, se combinan para hacer que cualquier escenario de uso nuclear por parte de Rusia parezca muy, muy remoto en este momento”, le dijo Alberque a Voz de América.
El Museo Philliphs Collection, en Washington DC, tiene en exhibición hasta el 27 de noviembre la muestra Los niños de Hiroshima con dibujos realizados por sobrevivientes de la ciudad japonesa donde explotó la primera bomba nuclear en 1945, con una muestra que recoge las memorias dos años después de aquella catástrofe.
El curador Melvin Hadry, quien fue comisario de la Exhibición, comentó a la VOA sobre el mensaje y el trauma que se puede captar en las creaciones. Aún quedan algunos de aquellos dibujantes que todavía están vivos, y que han tenido que bregar en la vida con las secuelas físicas y mentales del hecho; son, a su criterio, un recordatorio del horror.
“Muchos de ellos han sido afectados por la radiación, enfermedades, diferentes tipos de cánceres que han tenido que manejar, mitigar. Muchos de ellos no querían hablar con nosotros. No querían volver a vivir ese horror. Hay otros que son defensores para decir ‘nunca más; debemos abogar contra el uso de armas nucleares’”, dijo el curador.
Lejos de ver un desarme progresivo hasta la eliminación de las armas nucleares, como se planteó en la década 1990, el arsenal nuclear de Moscú aún se hace notar en los movimientos del Kremlin para intimidar al mundo.
Los aliados de Estados Unidos en la Organización del Transatlántico Norte (Otan) dicen que monitorean “muy de cerca” esos movimientos, mientras el mundo observa nervioso.
Con información de VOA.