La economía venezolana se ha visto invadida por el dólar estadounidense (USD), que ha sustituido al bolívar en más del 53% de las transacciones en los últimos seis meses.
Según la firma Ecoanalítica, hay USD 4.825 millones en efectivo que circulan en el país sudamericano actualmente.
Esto hace que sea muy difícil desdolarizar la economía como lo ha planteado el Gobierno venezolano, es decir, recuperar el uso del bolívar como moneda principal.
Sin embargo, algunos expertos financieros consideran que este objetivo no es imposible, aunque sí poco sostenible para el contexto venezolano.
El caso de Bolivia
Uno de los analistas que cree que se puede desdolarizar el país caribeño es Manuel Sutherland, director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), quien pone como ejemplo el caso de Bolivia.
“No hay una dolarización formal, por lo que sería más o menos factible a mediano plazo. Está el caso clásico de Bolivia, donde el 90% de los depósitos después de las hiperinflaciones estaban en divisas y lentamente con políticas paulatinas de estímulo de ahorro en pesos bolivianos y estímulos fiscales para manejar la moneda local, pudieron revertir esa situación y convertir casi todo el dinero circulante, eso se puede realizar y más en un país petrolero, donde la renta todavía es muchísimo más grande”, comenta en conversación con Bloomberg Línea.
No obstante, Sutherland advierte que Venezuela no tiene las condiciones adecuadas para emprender un proceso de este tipo, que requiere de grandes ingresos y una estabilidad fiscal significativa.
“Se necesita tener el déficit fiscal en cero, una balanza de pago estable, normas que garanticen la emisión de dinero del Banco Central de forma estricta y llanamente relacionada con las necesidades económicas, así como acuerdos y un pacto social”, agrega.
El valor del bolívar
Otro aspecto clave para desdolarizar la economía es darle valor al bolívar y hacerlo atractivo nuevamente para los agentes económicos. Sin embargo, Sutherland lo ve lejano todavía.
“Es una tarea técnica cuesta arriba, se debe superar la crisis política, cambiar las normas estatales; el Gobierno no creo que tenga las posibilidades de hacer eso, no tiene las capacidades técnicas, la credibilidad ni las potencialidades de organización económica. Llevan años aplicando políticas económicas nocivas y erróneas”, considera.
Maduro propone desdolarizar el país
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha expresado su intención de abandonar el uso del dólar en las transacciones económicas de Venezuela, como parte de una iniciativa global de desdolarización que surgió en respuesta al “uso político” que hace Estados Unidos de su moneda.
Así lo anunció el mandatario venezolano tres semanas después de ajustar las bonificaciones en dólares que otorga a los trabajadores. Al mismo tiempo, su vicepresidenta Delcy Rodríguez participaba en el Foro Económico Internacional (Sspief) en San Petersburgo, donde planteó la idea de desdolarizar el mercado petrolero.
Sin embargo, algunos especialistas como Leonardo Buniak han calificado esta propuesta como una retórica política sin consecuencias técnicas que permitan concretar el plan del Gobierno venezolano, que enfrenta sanciones por parte de Estados Unidos, aunque cuenta con el apoyo de sus aliados árabes.
El economista Alejandro Grisanti ha señalado que el discurso oficial es incongruente, pues por un lado se habla de desdolarizar y se activan mecanismos como el impuesto adicional para los pagos en dólares que tiene como objetivo incentivar el uso de bolívares, pero por otro lado se anuncian ajustes de bonificaciones sociales indexados en divisas.
Esto refleja el pragmatismo del Gobierno de Venezuela, que ha implementado medidas de liberalización y desregulación de ciertos mercados, que incluyen la dolarización parcial de la economía.
¿Qué se necesita para desdolarizar?
Para el profesor Ronald Balza, economista y decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), no tiene sentido ni la desdolarización ni la dolarización plena.
“Tratar de impedir que se dejé de usar una moneda para favorecer a otra, lo que se genera son costos transaccionales. Es preferible que haya libre intercambio de todas las monedas como ocurre en las casas de cambio, fronteras, aeropuertos, porque son los individuos los que pueden decidir”, indica en contacto con Bloomberg Línea.
“Cuando se dice que hay que desdolarizar para darle fuerza a la moneda nacional, se dan argumentos que no son esenciales. La inestabilidad monetaria es consecuencia del desequilibrio fiscal financiado con dinero emitido por el Banco Central. Más que pensar en dolarizar o desdolarizar, hay qué pensar en una política fiscal que tome en cuenta sus efectos monetarios”, asevera.