El hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó a un acuerdo con la Justicia para admitir su responsabilidad en delitos federales que podrían haberlo llevado a la cárcel.
Se trata de dos faltas por no pagar a tiempo sus impuestos en 2017 y 2018 y un cargo por tener un arma de fuego siendo adicto a las drogas.
Pacto con la Fiscalía
Según el documento presentado este martes en una corte federal de Delaware, Hunter Biden, de 52 años, se declarará culpable de las dos faltas fiscales y aceptará una pena de libertad vigilada. A cambio, la Fiscalía archivará el cargo por posesión ilegal de armas, siempre y cuando el hijo del mandatario cumpla con una serie de condiciones, como permanecer libre de drogas durante 24 meses y renunciar a tener un arma nuevamente.
El acuerdo, que aún debe ser aprobado por un juez, fue negociado durante varios meses por los abogados de Hunter Biden y los fiscales federales, entre ellos David Weiss, nombrado por el expresidente Donald Trump en 2018.
El fin de una larga investigación
Con este pacto, se pondría fin a una investigación que comenzó hace cinco años y que ha sido utilizada por los republicanos como un arma política contra Joe Biden, quien aspira a repetir su candidatura presidencial en 2024 frente a Trump.
La actividad empresarial de Hunter Biden, que ha trabajado en consultorías y grupos de presión, ha generado numerosas críticas, sobre todo por sus vínculos con empresas extranjeras. Su nombre también fue protagonista del primer juicio político contra Trump, acusado de intentar presionar a Ucrania para que investigara supuestas irregularidades.
La defensa de Hunter Biden
El abogado de Hunter Biden, Chris Clark, emitió un comunicado en el que afirma que “la investigación iniciada hace cinco años está resuelta” con el acuerdo conocido ahora.
“Hunter cree que es importante asumir la responsabilidad por los errores que cometió durante un periodo agitado y de adicciones en su vida. Quiere seguir con su recuperación y pasar página“, indicó, según NBC News.
Una figura polémica
Hunter Biden es el único hijo vivo del primer matrimonio del presidente estadounidense. Una hermana pequeña murió a los 13 meses en un accidente de tráfico en el que también falleció la primera esposa de Joe Biden y que causó heridas al propio Hunter y a otro hermano, Beau, muerto en 2015 por un cáncer cerebral.
Biden tiene también otra hija fruto de su segundo matrimonio, Ashley.
