La industria petrolera venezolana está preocupada y siente temor por que Estados Unidos reimponga sanciones y en consecuencia, pierdan terreno en el mercado del crudo, pese a que el presidente Nicolás Maduro apuesta porque la Casa Blanca no lo haga, reveló Bloomberg.
Contratistas y empresas sienten miedo que sus acuerdos para llevar a cabo importaciones y sus conexones con bancos estadounidenses se acaben. La razón está en el tema de las inhabilitaciones políticas, las cuales llevarán a Washington a no renovar licencias en abril.
“Este es un gran frenazo para las compañías pequeñas, que viven del pago día a día para su flujo de caja”, indicó Rubén Pérez, director de Chemstrategy, una consultora energética con sede en Caracas.
“Otras empresas más grandes tenían vistos estos escenarios y pueden resistir mejor. El ánimo oscila entre un optimismo cauteloso y alas caídas”, añadió Pérez.
Por su parte Fernando Ferreira, director de riesgo geopolítico de Rapidan Energy Group, precisó que la reimposición de sanciones ocasionaría que la producción petrolera venezolana cayera un 30%. Esto se traduce en que solo se producirían 600 mil bpd.
Cabe acotar que de acuerdo a diversos medios, la producción de crudo en Venezuela subió un 22% en enero 2024. El motivo es el alivio de sanciones que Estados Unidos dio en octubre.