Ante el aumento de la violencia y la inseguridad en el país, el Gobierno de Chile anunció que utilizará vuelos comerciales y militares para deportar a migrantes que se encuentren en situación irregular, principalmente a Venezuela, Colombia y República Dominicana.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, informó que se destinaron 1.400 millones de pesos (1,6 millones de dólares) para contratar dos vuelos a Venezuela y uno a República Dominicana o Colombia, según el caso. Estos recursos se suman a los que ya se habían asignado para las expulsiones por vía terrestre o marítima.
Tohá indicó que el año pasado se expulsaron a 31 personas y que este año van más de 240, pero que la meta es “fijar mucho más arriba (la cantidad)”. Agregó que la reciente modificación de las sanciones de Estados Unidos a la aerolínea venezolana Conviasa facilitará el reenvío de ciudadanos venezolanos a su país. “Eso nos va a ayudar bastante”, afirmó.
Una meta de 1.000 expulsiones este año
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, dijo que el objetivo del Gobierno es expulsar a 1.000 personas este año y a más de 2.000 el próximo. Según el gobierno, hay unas 12.000 órdenes de expulsión pendientes desde 2013 a 2022.
La mayoría de los migrantes irregulares que han llegado a Chile en los últimos años son venezolanos, que también lideran la lista de expulsados. Muchos de ellos han sido detenidos por cometer delitos graves, como el lanzamiento de una granada a una policía o el descuartizamiento de un hombre en una playa.
La ministra Tohá reconoció que el país está enfrentando una situación de violencia inédita, con “un modus operandi que no era habitual ver en nuestro país y que son muy preocupantes”. El presidente Gabriel Boric declaró hace una semana que la violencia ha aumentado y que por eso dispuso el fortalecimiento de los mecanismos para expulsar a los migrantes indocumentados.
Con información de AP.
