El cardenal y arzobispo de Luxemburgo, Jean-Claude Hollerich, miembro del Consejo de Cardenales que asesora al Papa en el gobierno de la Iglesia, cuestionó el lenguaje utilizado por la Iglesia católica para describir las conductas de las personas Lgbti como “intrínsecamente desordenadas”.
En una entrevista con el semanario católico croata Glas Koncila, publicada el 27 de marzo, Hollerich afirmó que esta enseñanza es “dudosa” y que la única respuesta de la Iglesia a las personas Lgbti no puede ser hacer hincapié en el celibato.
“Me parece un poco dudosa la parte de la enseñanza que califica la homosexualidad de ‘intrínsecamente desordenada’. Aun así, tenemos que aceptar a todas las personas y hacerles sentir el amor de Dios. Los homosexuales deben sentirse bienvenidos en nuestra casa. De lo contrario, se irán“, agregó el cardenal.
Hollerich señaló que si se les pide cosas “imposibles” acabarán “desanimados”. “Si decimos que todo lo que hacen es intrínsecamente malo, es como decir que su vida no tiene valor“, afirmó el purpurado, que pasó 23 años como misionero en Japón.
Ordenación de mujeres al sacerdocio
Por otra parte, el cardenal dejó la puerta abierta a revisar la prohibición del Papa Juan Pablo II sobre la ordenación de mujeres al sacerdocio. Si bien dejó claro que Francisco no está a favor de la ordenación de mujeres, el cardenal luxemburgués consideró que sigue siendo un debate entre algunos católicos y que le gustaría ver a las mujeres con “mayores responsabilidades pastorales”.
Hollerich también recordó el Syllabus of Errors de 1864 del Papa Pío IX, que condenaba la libertad religiosa y el diálogo interreligioso y que en el pasado se consideraba infalible. Asimismo, ha señalado que si la Iglesia reconsiderara alguna vez la cuestión de la ordenación de mujeres, debería hacerlo en consulta y unidad con la Iglesia Ortodoxa.
“Nunca podríamos hacerlo si eso pusiera en peligro nuestra fraternidad con los ortodoxos o si polarizara la unidad de nuestra Iglesia”, apuntó.
En los últimos meses, varios prelados estadounidenses han pedido a la Iglesia que abandone el lenguaje utilizado para hablar de la comunidad homosexual. El cardenal jesuita, que ejerce de relator o presidente del Sínodo de los Obispos de 2023 y 2024, ha coincidido con ellos en la necesidad de aceptar a todas las personas y hacerles sentir el amor de Dios.