El Papa Francisco afirmó que el celibato en la Iglesia occidental es una “prescripción temporal”, queriendo destacar que no hay “ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar” y recordó que los curas orientales de la Iglesia Católica están casados y tienen hijos. Estas declaraciones las hizo en una entrevista con el medio argentino Infoabe.
El sumo pontífice se mostró así escéptico respecto a que la anulación del celibato en la Iglesia Católica impulse las vocaciones de sacerdotes: “no sé si se resuelve de un modo o de otro”, aunque dejó claro que es una “disciplina” temporal y no una ordenación sacerdotal. Además, el Papa Francisco criticó el machismo de algunos sacerdotes que no saben “trabajar con las mujeres”.
Con respecto a la comulgación de personas homosexuales, el Papa afirmó que “la iglesia es para todos. Y cada uno resuelve sus posturas ante el Señor con la fuerza que tenga”. En cuanto a los matrimonios separados, el Papa Francisco recomendó que “vayan a su obispo y le presenten su situación”, señalando que gran parte de los matrimonios actuales son “inválidos” por falta de fe.
El Papa Francisco también lamentó que el matrimonio es interpretado como “una recepción social y no como un sacramento”, por lo que propuso un catecumenado para el matrimonio que aclare su importancia.
Asimismo, señaló que la Iglesia Católica tiene un papel social importante y destacó el aumento del número de mujeres que trabajan en el Vaticano en los últimos años: 1.165, frente a las 846 en el inicio de su Pontificado en 2013.
