Un total de 4.248 kilos de cocaína fueron interceptados en un pesquero venezolano con destino a Galicia en el marco de una operación internacional que se saldó con la detención de 20 personas, tres de ellas como supuestas máximas responsables de la organización criminal propietaria de la droga intervenida.
El pasado mes de junio de 2020 se comenzó a investigar una organización criminal dedicada a la introducción en Europa de importantes partidas de cocaína por vía marítima. Así, se sospechó que la dirigía un hombre hispano-marroquí que se escondía en algún lugar de Cataluña dado que le constaba una orden para su extradición por un delito de tráfico de drogas en vigor.
Mediante las averiguaciones realizadas, a finales de ese año, se comprobó que el pesquero utilizado por la organización navegaba hacia un determinado punto geográfico del Océano Atlántico establecido por los exportadores para la recogida de una gran cantidad de cocaína.
De este modo, se alertó de la situación a organismos que coordinan operaciones contra el tráfico de drogas a nivel internacional y se acordó el establecimiento de un dispositivo para intervenir las embarcaciones en altamar con participación de autoridades policiales de España, Portugal, Colombia, Estados Unidos, Francia y Venezuela.
La acción conjunta permitió comprobar que un barco pesquero que remolcaba una embarcación de alta velocidad se encontraba en el punto de entrega de la mercancía ilegal, supuestamente para proporcionar seguridad a la operación de trasvase. Así, observaron que el pesquero navegaba hacia el punto de encuentro.
Precisamente, la utilización de este tipo de lanchas resulta indetectable en esas latitudes y ofrece una mayor flexibilidad para evitar la acción de los cuerpos policiales.
Abordaje
Durante la operación tuvieron lugar problemas de comunicación que impidieron que el barco controlado desde España interceptase la cocaína transportada por la embarcación de alta velocidad. Por ello, la Armada francesa abordó la embarcación que ocultaba la droga, lo que permitió detener a ocho personas de nacionalidad venezolana e intervenir 177 fardos cuyo peso alcanzaba los 4.248 kilogramos.
Además, se comprobó que uno de los detenidos contaba con antecedentes policiales en España, donde había sido arrestado en 2008 por la Policía Nacional durante una operación en la que se habían intervenido 2.800 kilogramos de cocaína ocultos en la bodega de un barco venezolano.
Posteriormente, los servicios antidroga de Venezuela detuvieron a otras nueve personas mediante un abordaje a la embarcación que había transportado la mercancía al barco anterior. Asimismo, en este país latinoamericano se detuvo a otros tres hombres como supuestos narcotraficantes responsables del transporte marítimo y terrestre de la droga interceptada.
Conclusiones de la investigación
Mediante la investigación la Policía Nacional y la Policía Judiciaria de Portugal descubrieron el modo en el que grandes organizaciones criminales implantadas en Sudamérica incrementan la seguridad de sus operaciones marítimas. Para ello, colocan grandes partidas de cocaína a bordo de lanchas ultrarrápidas y de muy compleja detección, apoyadas por pesqueros que proporcionan seguridad y logística, en latitudes que se desconocían.
En concreto, esta operación contó con participación de la Policía Nacional y la Policía Judiciaria de Portugal, así como de la Marina y la Fuerza Aérea del país luso. También intervino la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de Vigo y el Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) de Pontevedra.