El diputado Nicolás Maduro Guerra aseguró a la agencia Reuters este jueves que Venezuela está dispuesta a pagar la deuda que mantiene con China, la cual asciende a USD 10.000 millones.
Maduro Guerra resaltó que la relación entre Venezuela y China es “infalible y resistente a la intemperie”. Al mismo tiempo, sumó que las empresas del gigante asiático están abiertas a invertir en la nación caribeña.
China es un actor importante en el sector de petróleo y gas de Venezuela y el mayor acreedor del país de la Opep, donde en 2007 llegó a un acuerdo de USD 50 mil millones para líneas de crédito y préstamos por petróleo con el entonces líder del país sudamericano, Hugo Chávez.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro tuvo que negociar períodos de gracia para préstamos por valor de USD 19 mil millones en agosto de 2020, y actualmente Venezuela le debe al gigante asiático unos USD 10 mil millones.
Maduro Guerra, un economista, es el hijo mayor de su padre de un matrimonio anterior y tiene una gran confianza en el presidente, quien se postula para la reelección en las elecciones programadas para julio.
Las elecciones se celebrarán en medio de quejas de que los políticos de la oposición reciben un trato injusto, lo que llevó a Estados Unidos a volver a imponer sanciones a la industria petrolera de la nación de la Opep.
Al publicar su decisión el mes pasado, Washington dio a las empresas 45 días para “cerrar” sus negocios y transacciones con la industria de petróleo y gas de Venezuela.
Como contramedida a ello, según Maduro Guerra, la industria petrolera venezolana debe “expandirse y estamos buscando expandirnos a nuevos mercados”.
“Dependíamos de vender petróleo a Estados Unidos (…) si no quiere comprarlo, lo vendemos en otro lado”, zanjó.