Según Arnaldo Figueredo, director ejecutivo de la Sociedad Venezolana de Acuicultura, actualmente señaló que hay más de 19.000 hectáreas de estanques camaroneros en todo el país, repartidas en unas 700 explotaciones.
De acuerdo con la publicación de Banca y Negocios, la mitad de estos estanques están cerrados o no funcionan debido a la crisis económica del país. Las granjas que han podido sobrevivir y crecer a pesar de las dificultades económicas pertenecen a poco más de una docena de empresas privadas.
Aunque en el extranjero se reconocen sus progresos, los criadores de camarones venezolanos siguen enfrentándose a obstáculos en su país.
Así, la mitad de estos estanques están cerrados o no funcionan debido a la crisis económica de Venezuela. Las granjas que han podido sobrevivir y crecer a pesar de las dificultades económicas pertenecen a poco más de una docena de empresas privadas.
Derrame petrolero como problemática
Una de las problemáticas que más se han intensificado son los constantes derrames petroleros que contaminan las aguas del Lago de Maracaibo, en Zulia; y el golfo de Coro, en el estado de Falcón, según explicó a Mongabay Néstor Pereira, experto en ecología acuática y profesor de La Universidad del Zulia (LUZ).
En 2023, Venezuela registró 86 derrames de petróleo, de los cuales el 84% se produjeron en los estados Zulia y Falcón, que albergan la mayor parte de las granjas y laboratorios de producción de larvas de camarón.
«Los derrames han llevado a la industria a pasar de un sistema de mar abierto a uno hidráulico cerrado y la utilización de probióticos, que además mejoran el sistema digestivo y el metabolismo de los camarones, su fisiología, haciéndolos más fuertes y vigorosos para enfrentar los problemas que pueda tener el agua», dijo Pereira.
Con información de Banca y Negocios.