La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) incrementó en 0,2% su proyección del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe (a excepción), por lo que se expandirá en 2,1% en 2024 según la más reciente estimación.
En lo que respecta a Venezuela, esta atravesará por el mayor crecimiento entre los países de Sudamérica con un 4%. Le siguen Paraguay con 3,8% y Uruguay con 3,6%. Como contraparte, aparece Argentina con un decrecimiento de -3,6%, la única nación de América del Sur que no experimentaría un cambio positivo.
A través de un comunicado, el organismo de la ONU advierte que la expansión esperada para la región en 2024 “se mantiene en la senda del bajo crecimiento económico observado en los últimos años, y el gran desafío es cómo avanzar hacia un crecimiento más alto, dinámico e inclusivo”.
“La región está enfrentando un escenario internacional complejo, caracterizado por un crecimiento de la actividad económica y el comercio global por debajo de sus promedios históricos, junto con tasas de interés que permanecen altas en los países desarrollados, redundando en mayores costos de financiamiento para los países emergentes, incluida la región”, alertan.
En el ámbito interno, aclaran, la tendencia a la baja de la inflación ha dado espacio para que los bancos centrales de varios países implementaran disminuciones en sus tasas de interés de política, a partir de lo cual se podría esperar un impacto favorable sobre la actividad económica.
Por otro lado, la Cepal indica que en el 2024 los mercados globales estarán marcados por varios factores de riesgo.
“Las crecientes tensiones geopolíticas están llevando al mundo hacia un fuerte reacomodo de las cadenas de valor. Además, existe el riesgo de que los aumentos en los precios de los productos básicos puedan retrasar las bajas de tasas de interés de política por parte de los principales bancos centrales, con efectos negativos para el crecimiento económico mundial. Junto a lo anterior, si las tasas de interés permanecieran elevadas por más tiempo, podrían aumentar aún más las vulnerabilidades por la carga de deuda en varias economías emergentes y en desarrollo, y también la vulnerabilidad del sector financiero en los países desarrollados”.
Para dinamizar el crecimiento, la Cepal sugiere que la región incremente su productividad y aumente la inversión en capital físico y humano. “Para ello, la región no solo debe invertir más, sino que debe invertir mejor”, estipulan.
