Contratos privados, un refugio para las parejas Lgbti en Venezuela ante la falta de derechos

Pareja Lgbti Venezuela
Foto: Nikole Kolster – VOA.

En un acto lleno de simbolismo y desafío a las normativas vigentes, Yaury Mejías y Génesis Millán, ambas ataviadas con trajes nupciales, intercambiaron votos de amor eterno. La escena, que tuvo lugar frente a un líder espiritual y un emocionado grupo de seres queridos, se desarrolló en la terraza de un conocido local caraqueño. A pesar de la atmósfera festiva, el evento no tiene reconocimiento legal en Venezuela, donde las leyes definen el matrimonio exclusivamente como la unión entre un hombre y una mujer, una postura que el actual Gobierno no parece dispuesto a modificar.

“Si el Estado nos niega derechos nosotros salimos a conquistarlo”, afirmó Mejías a la Voz de América (VOA), reflejando su determinación tras años de anhelar este día.

“Vamos a buscar todas las herramientas jurídicas que podamos para protegernos y resguardar nuestro amor como lo hace cualquier pareja en nuestro país”, declaró la activista, quien ha sido una figura prominente en la lucha por la igualdad de derechos.

Venezuela se encuentra rezagada en materia de derechos para la comunidad Lgbti en comparación con sus vecinos latinoamericanos. Las restricciones legales impiden que las parejas del mismo sexo puedan contraer matrimonio, adoptar, tomar decisiones médicas en nombre de su pareja, heredar bienes o acceder a créditos conjuntos.

En un gesto de rebeldía y esperanza, Edniomar Cedeño y Nelfer Angarita también recibieron una bendición en lo que denominaron un “acto de resistencia”.

“Buscábamos protección, reconocimiento, vistosidad, que nos vieran; que más allá de tener fuerzas para gritar, para hablar, es para que nos escuchen”, expresó Edniomar, subrayando la importancia de ser visibles y escuchados.

Las dos parejas consolidaron su compromiso mediante la firma de un contrato privado.

“Más allá de la ceremonia y del acto simbólico, es el poder proteger a mi compañera de vida, el poder saber que si algo me sucede ella va a poder tomar decisiones y que no va a quedar desamparada”, reiteró Mejías, enfatizando la seguridad y protección que buscan garantizar a través de este acuerdo.

Mientras tanto, el matrimonio entre personas del mismo sexo ha sido legalizado en ocho países de América Latina y en varios estados de México, con Cuba siendo el más reciente en sumarse a la lista.

Los países que han aprobado el matrimonio igualitario en la región son: Argentina en 2010; Brasil en 2013; Uruguay en 2013; Colombia en 2016; Ecuador en 2019; Costa Rica en 2020; Chile en 2021, y Cuba en 2022.

Pareja Lgbti Venezuela
Foto: Nikole Kolster – VOA.

“Estado homófobo”

En el año 2008, el máximo tribunal de Venezuela reconoció que la Constitución no prohíbe las uniones entre personas del mismo sexo. Sin embargo, la falta de legislación al respecto ha dejado un vacío legal. Tamara Adrián, destacada abogada, expresa su descontento ante la ausencia de un debate público sobre este tema crucial.

“Es un Estado homófobo, un Estado homófobo es aquel que por acción un omisión se opone a los derechos de las personas homosexuales”, señala Adrián.

El presidente Nicolás Maduro, en el año 2020, delegó la responsabilidad de abordar el matrimonio Lgbt a la futura Asamblea Nacional (AN). Cuatro años más tarde, la cuestión permanece sin respuesta.

Por otro lado, Daniela Doffiny, de 37 años, comparte su vulnerabilidad ante la situación actual: “Me siento totalmente desprotegida”, confiesa a VOA. Considera la posibilidad de casarse en el extranjero, subrayando que el matrimonio va más allá de un símbolo o una tradición familiar; es una cuestión de derechos legales.

El rechazo social es otro obstáculo que enfrenta la comunidad Lgbti en Venezuela. Doffiny describe la sensación de alienación que a menudo acompaña a la discriminación: “Evidentemente se siente el rechazo, las miradas, lo incómodo de toda la situación, porque a veces te sientes como el extraterrestre del lugar”.

La lucha por la igualdad y el reconocimiento legal continúa siendo un desafío para la comunidad Lgbti en Venezuela, en medio de un entorno que a menudo se muestra hostil y desatento a sus demandas de igualdad y protección.

Con información de VOA.

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