Eurasia Group: la reestructuración de la deuda de Venezuela estará llena de “múltiples obstáculos”

Foto: Rawpixel.

La deuda venezolana es un tema complejo que involucra a varios actores políticos, económicos y financieros. Según un análisis de la consultora de riesgo político Eurasia Group, el proceso de reestructuración de la deuda será “largo y lleno de múltiples obstáculos” que podrían retrasar su concreción hasta el año 2025.

Entre los obstáculos que menciona el informe se encuentran la diversidad de instrumentos financieros que están en mora, con distintas condiciones jurídicas y económicas; las sanciones de Estados Unidos que limitan la emisión de nuevos bonos en el mercado primario; la necesidad de unas elecciones presidenciales competitivas y reconocidas por la comunidad internacional; el rol de China como uno de los principales acreedores de Venezuela; y la falta de un marco de sostenibilidad de la deuda acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Es poco probable que se levanten las sanciones que limitan la emisión en el mercado primario hasta después de las elecciones presidenciales (venezolanas), como muy pronto, lo que apunta a que la reestructuración no se producirá hasta 2025 (la mayoría de las reestructuraciones implican la emisión de nuevos bonos a cambio de la deuda antigua, y las soluciones alternativas deberían ser posibles aunque planteen problemas legales)”, señala el análisis de Eurasia Group.

Tres posibles escenarios económicos para 2024

Por otro lado, los economistas venezolanos Jesús Palacios Chacín y Asdrúbal Oliveros presentaron tres posibles escenarios económicos para Venezuela en 2024, en función del alivio o el endurecimiento de las sanciones y del cumplimiento de los acuerdos de Barbados.

Oliveros advirtió que el escenario negativo de finales de 2023 será difícil de revertir, pero que las nuevas licencias otorgadas por Estados Unidos podrían cambiar la dinámica económica para 2024. “Esperamos un mayor gasto público y un aumento gradual de la producción de petróleo, que en cualquier caso difícilmente alcanzará el millón de barriles antes de 2025”, dijo.

Los tres escenarios planteados son los siguientes:

  1. Un escenario optimista, en el que se renueva la licencia y el país logra un crecimiento del PIB cercano al 12% en 2024, gracias al alivio de las sanciones. Sin embargo, este crecimiento sería insuficiente para recuperar el nivel de actividad económica previo a la crisis, que requeriría un crecimiento de alrededor del 360%.
  2. Un escenario intermedio, en el que se vuelve al statu quo de 2023, con solo algunas licencias restrictivas para empresas como Chevron, si las nuevas licencias no se renuevan después de abril. En este caso, el crecimiento del PIB sería cercano al 5% en 2024.
  3. Un escenario pesimista, en el que se aumenta la presión política sobre el país si el Gobierno no cumple con sus acuerdos de Barbados. Estados Unidos podría, por ejemplo, eliminar incluso la licencia original de Chevron.

Oliveros enfatizó que el desempeño económico para 2024 tiene “un alto componente de incertidumbre”, causado por los vaivenes de la política venezolana. Por ello, recomendó a las empresas trabajar en base a escenarios y un monitoreo permanente de los acontecimientos.

Con información de Banca y Negocios.

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