Un nuevo estudio ha demostrado que una sola dosis de psilocibina, el compuesto psicoactivo de los hongos alucinógenos, puede tener un efecto duradero y beneficioso en las personas que sufren de depresión mayor. La psilocibina se combinó con un apoyo psicológico intensivo para ayudar a los pacientes a explorar y expresar sus emociones.
Los resultados del estudio, publicados en el Journal of the American Medical Association, son parte de una tendencia creciente en la investigación sobre el uso terapéutico de los psicodélicos, que han demostrado ser eficaces para tratar diversas condiciones mentales, como el trastorno de estrés postraumático y la depresión resistente a los tratamientos convencionales, recoge Bloomberg.
El experimento con psilocibina
El estudio se realizó en Estados Unidos con 59 pacientes diagnosticados con depresión mayor. A cada uno se le asignó al azar una dosis de 25 mg de psilocibina o una vitamina B como placebo. Antes de recibir la sustancia, los pacientes pasaron entre siete y diez horas con terapeutas especializados, que les prepararon para la experiencia y les explicaron qué podían esperar.
Durante la sesión con la psilocibina o el placebo, los pacientes se pusieron unos antifaces y escucharon una lista de música seleccionada. Los terapeutas permanecieron con ellos en todo momento, ofreciéndoles apoyo y orientación. Después de la sesión, los pacientes volvieron a reunirse con los mismos terapeutas para discutir lo que habían vivido y cómo se sentían.
Los niveles de depresión se evaluaron antes del tratamiento y cinco veces más durante las siguientes seis semanas. Los pacientes que recibieron psilocibina mostraron una mejora significativa y sostenida de sus síntomas depresivos, mientras que los que recibieron el placebo no experimentaron ningún cambio notable.
Los investigadores concluyeron que la psilocibina, cuando se administra con apoyo psicológico, puede ser una intervención prometedora para el trastorno depresivo mayor. Además, señalaron que la psilocibina puede facilitar que los pacientes se abran y compartan con los terapeutas aspectos de su vida que normalmente evitan o reprimen.
“El tratamiento con psilocibina se asoció con una reducción sostenida clínicamente significativa de los síntomas depresivos y la discapacidad funcional, sin acontecimientos adversos graves”, escribieron los autores del estudio. “Estos resultados se suman a la creciente evidencia de que la psilocibina, cuando se administra con apoyo psicológico, puede ser prometedora como una nueva intervención para el trastorno depresivo mayor”.
Australia aprueba el uso terapéutico de mdma y psilocibina
El estudio sobre la psilocibina se suma a otras investigaciones recientes que han demostrado el potencial terapéutico de los psicodélicos. En julio, Australia se convirtió en el primer país del mundo en aprobar el uso de mdma y psilocibina para tratar el trastorno de estrés postraumático y la depresión resistente al tratamiento.
Estas sustancias, más conocidas como éxtasis y hongos mágicos, pueden ayudar a los pacientes a reducir el miedo, la ansiedad y la culpa asociados a sus traumas o problemas emocionales. Al igual que con la psilocibina, el mdma y la psilocibina se administran bajo supervisión médica y junto con sesiones de psicoterapia.
Los defensores del uso terapéutico de los psicodélicos argumentan que estas sustancias pueden ofrecer una alternativa más eficaz y segura que los medicamentos antidepresivos tradicionales, que pueden tener efectos secundarios indeseables o perder su efectividad con el tiempo.
Sin embargo, también advierten que los psicodélicos no son una solución mágica ni una cura milagrosa. Su uso requiere un cuidado profesional y un seguimiento adecuado. Además, su legalización solo se refiere al ámbito médico y no implica que su consumo recreativo sea seguro o recomendable.