Venezuela acumula una deuda de 100.000 millones de dólares (USD) en bonos emitidos por el Estado y la petrolera estatal Pdvsa, a los que se suman otros USD 40.000 millones en intereses vencidos y en aumento, debido al incumplimiento continuado de sus obligaciones.
Según el asesor financiero internacional Jorge Piedrahita, quien conversó en exclusiva con Banca y Negocios, la reestructuración de esta deuda será un proceso muy complejo que demoraría al menos tres años en comenzar, incluso si se logra un acuerdo político entre Venezuela y Estados Unidos o un cambio de Gobierno en el país.
Piedrahita explicó que los inversionistas están buscando alternativas para manejar sus portafolios de bonos venezolanos, ya que estos se cotizan a precios muy bajos y se prevé que una eventual reestructuración implicará una reducción significativa del monto a pagar.
“Yo soy de los que insisto en que la quita va a ser alta, porque nadie puede esperar que un país en la condición de Venezuela pague esa cantidad y, además, no sería moralmente aceptable”, afirmó el experto.
“Siendo realista, yo diría que entre 80% y 90% del total, porque si bien la gente tiene esta idea de la Venezuela rica, la verdad es que la real riqueza de Venezuela está en el subsuelo y hay que invertir un monto elevadísimo de recursos, como pocas veces en la historia de la región, para darle un nuevo comienzo a la economía venezolana. Así que va a tener que acordarse una quita, y el mercado tiene que asumirlo”, agregó.