La próxima semana se celebrará en Bruselas una cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un encuentro que genera expectativas y reclamos por parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), un bloque regional que agrupa a diez países.
En un comunicado emitido este miércoles, la Alba expresó su esperanza de que la cumbre atienda “debidamente” las necesidades de las poblaciones latinoamericanas y caribeñas, y contribuya a la “promoción de sus legítimas aspiraciones de desarrollo”.
Para ello, la organización consideró imprescindible que la cumbre propicie un debate “transparente, respetuoso, participativo y plural”, que identifique soluciones colectivas para los desafíos de ambas regiones, y que fortalezca una “verdadera asociación estratégica birregional”.
Cooperación inclusiva y mutuamente ventajosa
La Alba también planteó su interés en que la cumbre impulse la cooperación en áreas de alta prioridad, como la recuperación económica pospandemia, el financiamiento al desarrollo, el enfrentamiento al cambio climático, la seguridad alimentaria y las energías renovables.
Asimismo, la organización instó a la cumbre a rechazar las “medidas coercitivas unilaterales aplicadas ilegalmente contra algunos países de la región”, y a condenar la “infundada inclusión de Cuba en la lista de Estados que, supuestamente, patrocinan el terrorismo internacional”.
Estas demandas coinciden con las denuncias del canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien el lunes acusó a la UE de intentar “imponer formatos restrictivos y divisivos que imposibilitan discusiones directas y transparentes” y de “pretender ocultar a la prensa y a la opinión pública el contenido de los debates”, declaraciones que fueron respaldadas por el Gobierno de Venezuela.
La Alba, creada en 2004, cuenta con diez miembros, que son Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Venezuela.