El hospital San Raffaele de Milán confirmó hoy la muerte del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, a los 86 años de edad, debido a la leucemia crónica que sufría desde hace tiempo.
Con su desaparición, se cierra una etapa de la historia política de Italia, marcada por la polémica y el escándalo.
Una vida de negocios y medios
Nacido el 29 de septiembre de 1936 en Milán, Berlusconi se licenció en Derecho, pero pronto se dedicó al mundo empresarial, empezando por el sector inmobiliario y la construcción.
En los años setenta, entró en el ámbito de los medios de comunicación, adquiriendo participaciones en varios periódicos italianos y creando el Canal 5 de televisión en 1980.
Su imperio mediático se expandió hasta controlar las tres principales cadenas privadas de televisión, el grupo editorial Mondadori, varios periódicos y revistas, estudios y salas de cine, la mayor cadena de grandes almacenes de Italia e incluso un club de fútbol (el Milan), al que llevó a la gloria. Todo ello bajo el paraguas de su holding Fininvest, con presencia en varios países europeos y asiáticos.
El salto a la política
En 1990, su posición dominante en los medios de comunicación italianos le valió críticas y leyes especiales para limitar su influencia.
Ante la crisis de la República por las acusaciones generalizadas de corrupción (operación «manos limpias»), Berlusconi decidió dar el salto a la política, ocupando el espacio dejado por los partidos tradicionales.
Fundó su propio partido, Forza Italia, con una ideología ultraliberal y basada en su éxito empresarial. Se alió con los separatistas de la Liga Norte y con los neofascistas de la Alianza Nacional, formando el «Polo de la Libertad». Así consiguió ser primer ministro en 1994.
Tres veces primer ministro
Su primer gobierno duró apenas nueve meses, ya que se vio salpicado por acusaciones de fraude fiscal y soborno a políticos y funcionarios durante su etapa empresarial. Perdió el poder en 1995 y fue derrotado en las elecciones de 1996 por una coalición de centro-izquierda.
Sin embargo, no se rindió y volvió a ganar las elecciones en 2001, con una nueva alianza llamada «Casa de las Libertades». Fue primer ministro hasta 2006, cuando fue derrotado por Romano Prodi por un estrecho margen. En 2008 recuperó el poder por tercera vez, al frente de una «Coalición de centroderecha».
Escándalos y problemas judiciales
Su tercer mandato estuvo marcado por los escándalos sexuales, las fiestas con prostitutas menores de edad, las acusaciones de abuso de poder y las protestas sociales. En 2011 dimitió tras perder la mayoría parlamentaria y ser presionado por los mercados financieros.
Desde entonces, Berlusconi estuvo envuelto en numerosos procesos judiciales por diversos delitos, como fraude fiscal, corrupción o prostitución de menores.
Fue condenado varias veces, pero evitó la cárcel gracias a su edad avanzada o a las prescripciones.
Una larga enfermedad
En los últimos años, Berlusconi sufrió varios problemas de salud que le obligaron a ingresar en el hospital en varias ocasiones. En una de ellas se le implantó un marcapasos, mientras que también fue ingresado por la covid-19 y por una infección urinaria.
El pasado viernes ingresó en el hospital San Raffaele para someterse a unos “controles programados” por su leucemia mieloide crónica, una forma de cáncer de la sangre que padecía desde hacía tiempo. Según su médico personal, Alberto Zangrillo, se estaba sometiendo a un “tratamiento citorreductor especializado” y a quimioterapia.
Su estado de salud empeoró durante la noche y esta mañana falleció, rodeado de sus cinco hijos y su hermano, Paolo, así como de su novia, la diputada Marta Fascina, 53 años más joven que él.
Desde el hospital, Berlusconi había enviado mensajes a sus seguidores para animarles a votar en las elecciones locales y para asegurarles que estaba “listo” para volver a la batalla.
Con su muerte, se va uno de los personajes más controvertidos y carismáticos de la política italiana, que supo aprovechar su poder mediático y económico para influir en el destino de su país durante casi tres décadas.
