Tras casi dos meses en alta mar, el avance en aguas del Atlántico de los navíos de guerra iraníes Makran y Sahand, en lo que Teherán ha calificado como la más larga y difícil de las travesías iraníes, sigue despistando a la comunidad internacional.
Y aunque la República Islámica de Irán no ha dado detalles sobre el destino de los navíos, la preocupación de que puedan dirigirse a Venezuela y llevar armas a bordo, cobró fuerza, una vez más, en el Senado de Estados Unidos.
Durante la audiencia sobre el presupuesto del Pentágono para el año fiscal 2022 en el Comité de Servicios Armados del Senado, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, aseguró estar “absolutamente preocupado por la proliferación de armas, cualquier tipo de armas, en nuestro vecindario” tras ser interrogado por el senador demócrata Richard Blumenthal sobre el cargamento a bordo de los navíos iraníes.
“Se cree que estas embarcaciones portan armas para cumplir con un acuerdo que Irán y Venezuela hicieron hace un año”, afirmó segundos antes el senador por el estado de Connecticut.
“Comprar buenas baterías misilísticas“
El pasado 29 de abril, la fragata Sahand, escoltada por el buque soporte Makran, zarpaban del puerto de Bandar Abbas, en el sur del país, según fuentes de la Armada iraní. A pesar del hermetismo de Irán, imágenes satelitales facilitadas por la agencia de noticias Reuters un día antes, y que mostraban al buque Makran cargado con media docena de lanchas rápidas, habrían despertado la indignación de los senadores.
Las sospechas, como dijera Blumenthal durante la audiencia sobre el presupuesto de Defensa, estarían fundadas en las declaraciones que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, realizó en agosto de 2020.
“Padrino, que buena idea hablar con Irán y ver qué misiles de corto, mediano y largo alcance, y si esta en nuestras posibilidades, dado las grandes relaciones que tenemos con Irán, comprar buenas baterías misilísticas”, dijo el mandatario venezolano en cadena nacional.
Aunque el presidente de Estados Unidos no se ha pronunciado públicamente sobre el asunto, altos funcionarios estadounidenses aseguraron a la publicación Político que la administración Biden estaría reservándose el derecho a tomar medidas oportunas en caso de una posible entrega de armas iraníes a Venezuela.
Abanico limitado de posibilidades
Según el medio de comunicación, Estados Unidos habría advertido a través de canales diplomáticos a los gobiernos de Venezuela y Cuba, así como a las economías aliadas de la región, rechazar los barcos persas.
“Cualesquiera que sean esas medidas apropiadas, aún está por verse. Pero podrían incluir detener los barcos, abordar los barcos, inspeccionar los barcos. No sé si alguna vez llegarían a eso porque hasta ahora las medidas diplomáticas han sido efectivas”, dijo Steven Groves, ex subsecretario de prensa de la Casa Blanca durante la administración Trump en entrevista con la Voz de América.
Sin embargo, según expertos en Defensa, Estados Unidos tendría ante sí un abanico limitado de posibilidades más allá de convencer a sus adversarios por las buenas, si Irán decidiera consumar su desafío en aguas del Caribe.
De acuerdo con el ex secretario adjunto de Defensa para Ronald Reagan, Lawrence Korb, “no es ilegal que Venezuela compre armas de otro país, y si las entregan, no hay nada legal que podamos hacer, al igual que nadie podría impedirnos vender armas, por ejemplo, o entregarlas a Arabia Saudita”.
Una señal de Irán
Según Korb, quien también es analista en el Center for American Progress, Irán estaría intentando enviar una señal. “Este viaje parece durar demasiado tiempo. En otras palabras, si quisieran hacerlo rápido, ya se podría haber hecho, pero han optado por intentar ver qué pasa, para mirar como reaccionamos”, dijo a la Voz de América.
Si bien, y de acuerdo con la televisión pública iraní, el pasado 10 de junio el Sahand y el Makran ponían rumbo al Atlántico, tras bordear con éxito el Cabo de Buena Esperanza, días después, el servicio de rastreo de barcos TankerTrackers, aseguraba que los buques iraníes estarían navegando hacia la costa de África dirigiéndose a otro destino. Un extremo que no ha sido confirmado ni desmentido por Teherán.
“El propósito de estos viajes se suele describir como mostrar la bandera, formar nuevos cadetes, en navegación de largo alcance. Creo que sentará un precedente y, en el futuro, es posible que veamos más intentos por parte de la Armada iraní de utilizar estos dos barcos que están diseñados y reclutados para misiones de gran alcance”, aseguró a este medio Farzin Nadimi, analista del Washington Institute.
Al cierre de este informe la República Islámica de Irán seguía sin desvelar el destino final de sus buques. Por su parte, la Voz de América contactó al departamento de Estado sobre la posibilidad de que los navíos Makran y el Sahand se estuvieran dirigiendo a Venezuela, pero no obtuvo respuesta.
VOA.