China permitirá a cualquier familia tener un tercer hijo, suprimiendo el límite de dos, siendo el primer cambio radical de su política de natalidad desde hace cinco años, con el objetivo de reactivar la tasa de natalidad en la nación asiática.
La decisión ha sido tomada este lunes en una reunión del Partido Comunista de China, presidida por el jefe de Estado, Xi Jinping.
La medida se anuncia luego de que el último censo chino pusiera en relieve el desafío demográfico que afronta China, país que superó en 2020 los 1.411 millones de personas, pero cuyo ritmo de crecimiento se ha reducido luego de haberse establecido política del hijo único.
La nueva política estará acompañada de “medidas de apoyo” a las familias, según dio a conocer la agencia estatal de noticias Xinhua.
Durante el año de la pandemia por coronavirus el número de natalidad en China cayó a 12 millones, contra los contra 14,65 millones reportados en 2019, aún cuando la tasa era una de las más bajas desde 1949.
A finales de 1970, el Gobierno de China impuso la política de hijo único, con multas para las parejas que incumplieran la nota, pero con algunas flexibilizaciones para las familias campesinas cuando su primer hijo era una niña.
Tres décadas después, China anunció una nueva norma para las parejas asiáticas: ahora podrían tener un segundo hijo. Sin embargo, dicha política no ha sido suficiente para reactivar la tasa de natalidad en el país más poblado del mundo.
Los menores de 14 años representan 17,95% de la población actual, en comparación a la cifra reportada hace una década. A pesar de que el número de nacimiento aumentó tras la eliminación de la política del hijo único, cada año llegan menos bebés chinos a la nación.
El rápido envejecimiento ahora amenaza con convertir a China en una sociedad anciana.
