El perfil internacional del cocuy, un licor venezolano artesanal hecho de agave, está en aumento luego de que la bebida ganara los principales premios en competencias internacionales recientes, a veces superando al tequila, el aguardiente de agave más conocido.
El nuevo estatus de la bebida podría ser una bendición para sus productores en un país al que le vendría bien una historia de éxito económico.
Los productores de cocuy de Venezuela, sin embargo, dicen que los cultivos silvestres limitados y el proceso intensivo de mano de obra para hacer la bebida sin aditivos, la versión premiada del licor, están complicando los esfuerzos para aumentar la producción, reporta Reuters.
El sabor del cocuy, que se elabora principalmente en los estados occidentales Lara y Falcón, es distinto del tequila y el mezcal, ya que la bebida se elabora con un tipo diferente de agave.
Los precios del tequila producido en México han subido debido a la escasez de agave en medio de la creciente demanda europea.
La marca Cocuy 7Primos ganó una medalla de bronce en el London Spirits Competition 2022, mientras que el productor Magno ganó dos medallas de plata en el New York International Spirits Competition 2021.
Un cocuy reposado de la marca La Capilla, elaborado en Siquisique (Lara), obtuvo doble medalla de oro tanto en los SIP Awards de Estados Unidos como en el China Wine & Spirits Competition 2022.
Reposado quiere decir que la bebida ha envejecido más tiempo antes de ser embotellada.
La asociación de promoción del cocuy de Lara está mirando “a qué nicho de mercado internacional podemos llegar, porque la cantidad y el volumen de producción de cocuy es bajo”, dijo el vocero Cristóbal Sánchez a la referida agencia de noticias.
“Entre varios productores podemos llenar un contenedor de 20.000 litros una vez al año. Por eso no podemos pensar en vender en todo el mundo, porque es un producto exótico, especial y muy difícil de hacer”, agregó.
Necesidad de financiamiento
Varias marcas de cocuy consultadas por Reuters estiman que la producción de cocuy es de unos 30.000 litros anuales en Lara. Una marca en Falcón produce unos 6.000 litros.
Los productores dicen que no hay datos sobre la producción o las ventas nacionales anuales porque gran parte de la producción de cocuy se destina al consumo local.
Las cifras distan mucho de la producción y venta del otro licor famoso de Venezuela, el ron, cuya producción alcanza los ocho millones de litros anuales, según su asociación promotora.
Tres de los principales productores de ron venezolano vendieron más de 20 millones de dólares (USD) en bebida durante 10 meses de 2022 a los mercados de Estados Unidos y Europa, según Import Genius.
Un litro de cocuy 100% agave puede venderse entre USD 18 y USD 60, mientras que su producción tiene un costo promedio de USD 12 sin costos de comercialización. Los licores de caña como el ron generalmente se venden por menos, entre USD 3 y USD 5 el litro.
“Para poder exportar necesitamos dinero para ampliar la producción y el capital humano, para que tengamos stock suficiente para ofrecer al mercado internacional”, afirmó María Eugenia Durán, gerente general de la marca Magno.
“También hay una necesidad de financiamiento para la investigación del desarrollo de cultivos”, añadió, porque generalmente toma de ocho a 10 años para que una planta de cocuy madure.
Guillermo Camacaro, un productor de Lara, apuntó que logró cosechar en cinco años sembrando su cultivo en un vivero y luego trasplantando.
Garantizar nuevas siembras de cocuy, que asegurarían la preservación del agave silvestre, es clave para la producción en masa, aseveró.
“La mayoría de nosotros no tenemos suficiente tierra para hacer plantaciones masivas de cocuy”, lamentó. “Eso es vital para hablar de exportaciones”.
De los 365 productores de cocuy de Lara, cuyo clima árido y semiárido hace que abunde el agave, solo 70 elaboran el licor con 100% de agave.
“Un producto exclusivo”
El difícil proceso de producción comienza cortando las hojas de la planta para llegar a su “cabeza”, dijo el productor Nelson de la Rosa, de Siquisique.
De la Rosa transporta las cabezas con burros y camina casi 15 kilómetros para acumular 100.
Luego, las cabezas se hornean durante un máximo de siete días en hornos o en fogatas excavadas en el suelo, hasta que se caramelizan. Su jugo se fermenta durante otros seis días.
“Estamos en presencia de un producto exclusivo”, expresó el productor Héctor Pineda. “Merece reconocimiento el costo de hacer un litro de cocuy”.
