El conflicto entre el Gobierno federal y Texas, cuyo gobernador es el republicano Greg Abbott, se ha intensificado en los últimos meses, sobre todo de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
Medidas polémicas
El gobernador, aliado del exmandatario republicano Donald Trump, ha puesto alambre de púas en la frontera con México y, según el Gobierno de Biden, ha obstaculizado el trabajo de los agentes federales en algunas zonas y ha trasladado a migrantes en buses a ciudades gobernadas por demócratas.
En diciembre, una corte federal de apelaciones impidió a la patrulla fronteriza remover el alambre de púas colocado por Texas cerca de la ciudad de Eagle Pass, en el Río Grande (conocido como Río Bravo en México), salvo que lo requiera una emergencia sanitaria. Texas aprovechó para poner más alambre sin esperar el fallo de la Corte Suprema, de tendencia conservadora, sobre un recurso de urgencia presentado por el Departamento de Justicia.
Por un resultado muy reñido de cinco votos a favor (las tres magistradas progresistas y dos conservadores) y cuatro en contra, el tribunal admitió el recurso del Gobierno. La sentencia de diciembre “queda sin efecto”, se lee en el fallo judicial.
“Esto no ha terminado”
Pero no es la palabra final. El litigio sobre si Texas tiene derecho a poner alambre de púas en la frontera continúa. “Esto no ha terminado. El alambre de púas de Texas es un elemento disuasorio eficiente contra los cruces ilegales que promueve Biden”, escribió Greg Abbott este lunes, en la red social X (antes Twitter).
“Seguiré defendiendo la autoridad constitucional de Texas para asegurar la frontera y evitar que el Gobierno de Biden destruya nuestra propiedad”, añadió. Abbott acusa a la Administración de Biden de tener una política de “fronteras abiertas” y ha promulgado una ley que permite arrestar a los migrantes que ingresen de forma irregular en su estado.
A mediados de enero, el Gobierno federal denunció que agentes del Departamento Militar de Texas impidieron el ingreso de la patrulla fronteriza a un área con una rampa de acceso al río, para rescatar a tres migrantes que se ahogaron, tras una solicitud de ayuda desde México. Texas aseguró que el aviso de las autoridades mexicanas llegó ya cuando el hecho había ocurrido y negó que bloquearan el acceso de la policía de fronteras.
En tribunales también se analiza una solicitud federal para que Texas retire una línea de grandes boyas naranjas que colocaron en una parte del río, en Eagle Pass. Tanto Abbott como Donald Trump son partidarios de reanudar la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México y de deportar masivamente a los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos que escapan de la violencia y la pobreza.
Con información de RFI / AFP.
