Las autoridades ecuatorianas irrumpieron en la Embajada de México en Quito la noche del viernes, resultando en la aprehensión de Jorge Glas, quien fuera vicepresidente durante la administración de Rafael Correa. Esta acción se produjo a pesar de que Glas había obtenido asilo político por parte de México, provocando una reacción inmediata del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien declaró la interrupción de las relaciones diplomáticas con Ecuador.
Agentes de la Policía Nacional de Ecuador escalaron las barreras de la embajada para detener a Glas, quien enfrenta acusaciones de corrupción y ya ha cumplido una pena de prisión previamente. La agencia de noticias EFE reportó que los oficiales superaron los muros y cercas de la instalación diplomática, lo que fue calificado por Roberto Canseco, jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada, como “totalmente inaceptable, es la barbarie”.
Canseco, en una serie de declaraciones a la prensa, describió el asalto a la embajada como un acto de vandalismo y expresó su temor por la seguridad de Glas, diciendo: “porque pueden matarlo”.
El presidente López Obrador, a través de las redes sociales, condenó la detención como “una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”, y ordenó a la canciller Alicia Bárcena emitir un comunicado oficial y suspender las relaciones diplomáticas con Ecuador.
La tensión entre México y Ecuador ya estaba en su punto más alto, especialmente después de la expulsión de la embajadora mexicana por el gobierno de Daniel Noboa, en respuesta a comentarios hechos por López Obrador.
El gobierno de Noboa había expresado previamente su intención de ingresar a la embajada para arrestar a Glas, una solicitud que fue firmemente rechazada por México.
Foto: Cortesía.
Declaraciones oficiales y justificaciones
El ejecutivo ecuatoriano emitió una declaración oficial, desestimando la noción de que Jorge Glas sea un perseguido político, calificándolo en cambio de “delincuente”. Según el comunicado, Glas, quien ya cuenta con una condena firme y una orden de captura activa, no puede ampararse bajo la figura del asilo político.
La presidencia de Ecuador justificó la detención alegando un abuso de las prerrogativas diplomáticas por parte de México al otorgarle asilo a Glas, lo cual consideran contrario a las normativas internacionales.
“Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad”, afirmaron.
Antecedentes y precedentes
El caso de Jorge Glas no es el primero de su naturaleza, ya que recuerda al incidente con la exministra María de los Ángeles Duarte. Tras el anuncio de México de brindar asilo a Glas, se reforzó la seguridad alrededor de la embajada para prevenir situaciones similares a las vividas con Duarte, quien también recibió asilo político, esta vez de Argentina, bajo la administración de Alberto Fernández.
Duarte, que había estado refugiada en la residencia del embajador argentino por más de dos años, no recibió el salvoconducto de Guillermo Lasso, presidente de Ecuador en ese entonces, para viajar a Buenos Aires.
A pesar de esto, Duarte logró abandonar Ecuador sin ser detectada por las autoridades, lo que provocó una crisis diplomática entre Ecuador y Argentina, culminando con la expulsión de los embajadores de ambos países.
Con información de EFE.
