El presidente venezolano, Nicolás Maduro, culminó el miércoles una visita de casi una semana a China, donde se reunió con el líder chino, Xi Jinping, y firmó un acuerdo de Asociación estratégica integral a toda prueba y a todo tiempo que abarca unos 30 puntos sobre la cooperación bilateral.
Maduro elogió el papel de China como la “mayor fuerza de desarrollo” de América Latina y el Caribe, y afirmó que sin sus inversiones la región estaría “en la Edad Media”. “¿Qué sería de América Latina y el Caribe si China y sus empresas no hubieran llegado con sus inversiones?”, se preguntó el mandatario en una conferencia de prensa en Pekín.
A diferencia de otras potencias, dijo Maduro, China no es “imperialista ni colonialista”, sino que respeta la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Asimismo, agradeció la “defensa de China” ante las sanciones económicas sobre Venezuela por parte de Estados Unidos y otros países, y aseguró que seguirá denunciando la “persecución económica y comercial” en el marco de la ONU.
Maduro y Xi coincidieron en que ambos países forman parte de un “nuevo mundo” que se opone al “viejo mundo de imperios y colonialismo”. “El viejo mundo se irá a la Vía Láctea”, vaticinó el presidente venezolano.
Durante su estancia en China, Maduro visitó también las ciudades de Shenzhen y Shanghái, así como la provincia de Shandong, donde conoció proyectos de innovación tecnológica e infraestructura.
La relación entre Venezuela y China se ha fortalecido desde la época del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), quien impulsó una alianza estratégica basada en el intercambio de petróleo por créditos e inversiones.