Sobre ‘Hoguera de una adolescencia intemporal’, de Tarek William Saab

Foto: Cortesía.

Por: Benito Mieses.

«Quien escribe, teje. Texto viene del latín “Textum”, que significa tejido. Con hilos de palabras vamos diciendo, con hilos de tiempo vamos viviendo. Los textos son como nosotros: tejidos que anclan».

Este texto, atribuido a Eduardo Galeano, me permite comentar y presentar «Hoguera de una adolescencia intemporal» de Tarek William Saab, publicado por Monte Ávila editores, a finales del año pasado. Estos apuntes, como los llama Tarek, nos van mostrando parte de ese tejido escritural y existencial, un tejido forjado en la poesía, el compromiso político, la libertad, la reflexión, la defensa de los derechos humanos, la amistad, el amor, la creencia en un mundo más justo y solidario, en fin, la lucha por los sueños más hermosos del ser humano. La poesía, el combate, el fuego en el corazón, para encender la hoguera ya que conoce, como los alquimistas al interpretar el INRI que presidia la cruz, que Ignea Natura Renovatur Integra, que por ese fuego toda la naturaleza será renovada. Desde su más temprana juventud Tarek ha asumido, con coherencia entre obra y vida, entre pensamiento y acción, los roles que la realidad le ha llevado a vivir en constante transformación, y para decirlo con las palabras de José Enrique Rodo en Motivos de Proteo, asumir «lo proteico, la vida que resurge y se amplía mediante la expresión de nuevas formas… El dientecillo oculto que roe en lo hondo de tu alma; la gota de agua que cae a compás en sus antros oscuros; el gusano de seda que teje allí hebras sutilísimas, no se dan tregua ni reposo; y sus operaciones acordes, a cada instante te matan, te rehacen, te destruyen, te crean».

O en ese soneto que Jorge Luis Borges dedica a ese dios griego de las transformaciones:

«Antes que los remeros de Odiseo
fatigaran el mar rojo como el vino
las inasibles formas adivino
de aquel dios cuyo nombre fue Proteo.

Pastor de los rebaños de los mares
y poseedor del don de profecía,
prefería ocultar lo que sabía
y entretejer oráculos dispares.

Urgido por las gentes asumía
la forma de un león o de una hoguera
o de árbol que da sombra a la ribera

o de agua que en el agua se perdía.
De Proteo el egipcio no te asombres,
tú, que eres uno y eres muchos hombres».

Poeta, lector voraz, traficante de libros y sueños, lo que lo convierte en un gran promotor de lecturas, articulista, conspirador, militante político en múltiples facetas, entrevistador, defensor de los derechos humanos, abogado de hermosos e importantes insurrectos, protagonista de los cambios necesarios en nuestra historia política reciente, con una carga raigal, telúrica, original —en el sentido Robinsoniano del término— un volver a las raíces, al origen y desarrollo de nuestras culturas, las de nuestro Sur extenso y profundo.

Este libro «Hoguera de una adolescencia intemporal» (Apuntes 1989-2010), se encuentra dividido en tres partes y un par de anexos: I) Ventanas, II) Senderos reencontrados, III) Entrevistas, IV) Anexos. Es un libro híbrido, que mezcla el ensayo, la crónica, la entrevista periodística, el poema en prosa, la reflexión político-filosófica, la reflexión autobiográfica, el artículo de prensa, entre algunos de los géneros que lo componen.

En el capítulo «Ventanas» encontramos ensayos, en prosa poética, sobre autores fundamentales de nuestra literatura, como Víctor Valera Mora «El Chino», Gustavo Pereira, Luis Alberto Crespo, Jesús Sanoja Hernández, Gil Fortoul.

Un par de poemas en prosa, diría yo, como «Carta devuelta por los pájaros» y Arus, sobre el amor, ese sentimiento que guía, en expansión, la vida de un revolucionario, como pensaba el Che. Otros ensayos sobre poetas como los dedicados a Douglas Saab, Julio Valderrey, Eduardo Sifontes y narradores como Juan Carlos Méndez Guedez.

Una crónica sobre el Foro Joven «Literatura y compromiso» realizado en Málaga, España, en el cual participó. Un hermoso artículo de prensa sobre nuestro padre cantor, Ali Primera.

Encontramos ensayos y reflexión política como «Inventamos o erramos», reflexión sobre «el árbol de las tres raíces», tesis fundamental, nacida en el en PRV, fundamental para nuestro proyecto político Bolivariano, que nos recuerda a ese merideño combativo, valiente y de voz dulce que fue Kleber Ramirez. En el escrito titulado Desde Iracara al reino de la utopía, los claros pasajes de una nueva civilización reflexiona sobre el libro del comandante Douglas Bravo y Argelia Melet La otra crisis, otra historia, otro camino sobre la crisis de un modelo civilizatorio, el camino de la herejía utopía y el manifiesto de Iracara, claves para un pensamiento transformador, mas raigal, en contraposición al pensamiento eurocentrista y neocolonial. Un texto sobre la importancia de Salvador Valero, su Museo y su Bienal, como cultura de resistencia y que llevó adelante Francisco «El Flaco» Prada.

En el segundo capítulo encontramos en ese tejido que une poesía, militancia, reflexión política, memoria y vida, encontramos un texto «Yo vi caer las puertas de un reino» de corte autobiográfico, donde se entraman la crónica, la poesía y la reflexión sobre nuestro pasado reciente, sus luchas, el 4F, la amistad y el compromiso.

También nos muestra una semblanza sobre tres artistas, formados en su oriente natal, Eduardo Sifontes, Luis José Bonilla y Rita Valdivia, seres luminosos, luchadores por la libertad, con las armas de la escritura, la pintura y la militancia revolucionaria.

Notas y reflexiones sobre el papel de los intelectuales, la rebelión emancipadora del 4F y el 27N, la defensa de los insurrectos, el Comandante Chávez, el proceso constituyente, la constitución del 1999, son, las amenazas constantes de los enemigos, los de siempre y los nuevos dotan a estos textos de un carácter de documento histórico de la historia reciente de un país levantado en contra de cualquier imperio, cualquier imposición o vuelta atrás.

En el capítulo III Entrevistas encontramos las que Tarek realizara en el marco de Foro Joven «Literatura y compromiso» a Juan Goytisolo novelista, poeta y ensayista español y al egipcio Edward Al-Kharrat, uno de los escritores que introduce la Modernidad en la literatura árabe, entrevista que teje la reflexión de estos dos escritores, sobre diversos tópicos tanto literarios como políticos.

Los anexos contienen: 3 cartas dirigidas a Tarek por 3 personajes importantes: El Comandante Fidel Castro, el escritor Jorge Amado y el político e historiador Ramón J, Velázquez, y una serie de fotografías junto a los comandantes Chávez y Fidel castro, el Padre Gazo, Douglas Bravo y escritores, poetas y artistas como Ramón Palomares, Gustavo Pereira, el Catire Hernandez D´Jesus, Juan Manuel Roca, Juan Félix Sanchez, Isaac Rosas, Juan Goytisolo, Daniel Viglietti entre otros.

Libro híbrido, transgenérico, que a través de su lectura nos permite reflexionar sobre distintos asuntos que hacen un tejido, una trama, sobre el periplo existencial de Tarek, su participación en la historia reciente, su mirada y reflexión sobre la literatura la política, el compromiso, los sueños y el amor en su más amplio espectro. Es de alguna manera un conjuro contra ese pendular entre Comala y Macondo, entre la muerte y el olvido.

Benito Mieses (Maracaibo, Venezuela 1958) es poeta, pintor, traductor, diseñador gráfico y economista. Participó en los talleres de poesía del Celarg (1989- 90). Pertenenciente al Grupo Aguacero, UCV, Caracas, 1980-83. Es miembro fundador de la Red Nacional de Escritores de Venezuela.

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