La relación entre la lesión cerebral traumática (LCT) y el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer es conocida por la ciencia, pero los mecanismos que la explican siguen siendo un misterio. Un nuevo estudio ha revelado que los signos de esta demencia pueden aparecer en pocas horas después de sufrir una conmoción cerebral.
Para llegar a esta conclusión, un equipo de la Universidad de Purdue creó un dispositivo que simula el cerebro humano con grupos de neuronas de ratón cultivadas en una cámara. Este minicerebro les permitió estudiar los efectos de los impactos fuertes en las células cerebrales.
“Con la lesión cerebral traumática en un chip, podemos probar muchas hipótesis que serían muy difíciles de realizar en animales vivos”, afirma el neurocientífico Riyi Shi de la Universidad de Purdue.
Acroleína y proteínas beta amiloide
Los investigadores sometieron su minicerebro a tres golpes de 200 fuerzas gravitatorias (G), cada uno similar a un golpe en la cabeza que podría causar una conmoción cerebral en el fútbol americano. Tras los golpes, observaron que las células producían una oleada de acroleína, una sustancia tóxica que se ha vinculado con el daño celular y la enfermedad neurodegenerativa.
Además, detectaron un aumento en las proteínas beta amiloide 42 mal plegadas después de los golpes, provocado por el aumento de acroleína. Estas proteínas se acumulan en el cerebro de las personas con la enfermedad de Alzheimer. Estos dos indicadores de riesgo clave se producen dentro de las primeras 24 horas después de los golpes simulados en la cabeza.
La buena noticia es que este nuevo conocimiento podría ayudar con el tratamiento de la enfermedad. Otras pruebas realizadas por los investigadores mostraron que el medicamento hidralazina, que ya se usa para tratar la presión arterial alta y se sabe que ataca a la acroleína, podría reducir los niveles de acroleína después de una conmoción cerebral.
Según explica Shi, la acroleína depende del tiempo: cuanto más tiempo esté allí, más agregación de AB42 causará.
Un dispositivo para prevenir el alzhéimer
Aunque estamos aprendiendo más sobre el alzhéimer todo el tiempo, todavía no está completamente claro cómo se inicia y se propaga la enfermedad, lo que a su vez hace que sea muy difícil desarrollar una cura. Los descubrimientos sobre las vías neuronales clave que aumentan el riesgo de esta enfermedad, como el de aquí, deberían ayudar.
Y con este minicerebro, los científicos tienen algo que pueden golpear repetidamente usando un mecanismo de péndulo y después observar cuidadosamente estudiando las células bajo un microscopio y luego extraerlas para su posterior análisis.
“Gracias a este dispositivo, las personas deben saber que cuando sufres una conmoción cerebral, no tienes 10 años antes de que veas daños”, manifiesta Shi. “El reloj comienza a correr de inmediato, y si queremos hacer algo al respecto, debemos actuar rápidamente”, concluye.
