¿Qué es la felicidad? Esta es una pregunta que puede tener diferentes respuestas según los valores, las preferencias y los sueños de cada persona. Algunos podrían pensar que la felicidad no tiene nada que ver con el dinero, basándose en el antiguo dicho de que “el dinero no compra la felicidad”.
Pero aunque el dinero no sea capaz de comprarla, sí puede influir en ella. Así lo demuestra un estudio realizado por Nu Colombia a personas bancarizadas, que revela que el 55% de los jóvenes en el país neogranadino afirma que su tranquilidad depende en gran medida de su estabilidad financiera.
El estudio evaluó el porcentaje de relevancia que tiene la tranquilidad financiera en la sensación de felicidad de los encuestados; solo el 7% de los menores de 25 años cree que la estabilidad financiera representa menos del 10% de su felicidad.
Los más conscientes de la importancia de la estabilidad financiera para su bienestar son los mayores de 65 años. El 77% de los encuestados en este rango de edad considera que evitar el estrés financiero es fundamental para disfrutar de la vida.
No obstante, los jóvenes tienen cada vez más acceso a educación y planificación financiera, herramientas indispensables para hacer un uso informado y responsable de sus recursos. Una correcta evaluación de la situación financiera, la planificación de gastos y el reconocimiento de las limitaciones pueden ayudar a prevenir el estrés financiero, una situación que puede generar efectos negativos en la salud por causas económicas.
Tres consejos para ‘mejorar la responsabilidad financiera y la tranquilidad de los jóvenes´
Para lograr una mayor sensación de felicidad, es importante tener una buena gestión del dinero y evitar el estrés financiero. Así lo sugiere un estudio realizado por Nu Colombia a personas bancarizadas, que muestra que el 55% de los jóvenes en el país considera que su estabilidad financiera es un factor clave para su bienestar.
Pero ¿cómo mejorar la responsabilidad financiera y administrar mejor el dinero? Los autores del estudio entregaron tres consejos prácticos para que los jóvenes puedan lograrlo:
- Haga un registro realista de su capacidad de gasto y ahorro contra el total de sus ingresos mensuales. Analice cuáles son las deudas y compromisos financieros, así como los planes a corto y mediano plazo. La idea es hacer un mapa de realidad financiera: cuánto se gana, cuánto se gasta, cuánto se debe y cuánto se ahorra.
- Elimine hábitos que no le permitan ahorrar de manera eficiente. Planifique sus gastos mensuales para evitar realizar compras impulsivas.
Haga un balance adecuado entre sus gastos esenciales como el pago de facturas y servicios, la compra de mercado y la inversión en educación, con aquellos esporádicos como los juegos en línea, las plataformas de streaming, pedir comida a domicilio o los viajes en transporte privado.
Organice de manera balanceada cómo gastar en estos y busque alternativas para evitar gastar de más. Cualquier disminución en estos gastos será un ahorro directo.
- Construya hábitos financieros para mantener la tranquilidad. Es importante analizar las deudas y priorizar los pagos más demandantes; conocer los límites de gasto mensual para no rebasarlo; iniciar un plan de ahorro y crear un fondo de emergencias. Saber que existe una cantidad de dinero disponible siempre dará tranquilidad.
- Incorpore una rutina para revisar sus cuentas. Se recomienda seleccionar un día al mes en el que dedique un tiempo fijo para actualizar sus registros financieros con sus nuevos números.
Este ejercicio puede apoyarse en herramientas que ayuden con la organización de las cuentas como aplicaciones gratuitas que ofrecen tablas, calculadoras y formatos para completar con la información financiera.
Es importante priorizar y mantener la disciplina. Aunque la planificación financiera requerirá un esfuerzo extra, este brindará mayor tranquilidad y, por consiguiente, una mejor calidad de vida.
Con información de Bloomberg Línea.
