El reconocido actor venezolano Sócrates Serrano, protagonista de la exitosa película Azul y no tan rosa, rompió el silencio y declaró abiertamente su homosexualidad hace unas semanas, al expresar su amor por su actual pareja en el día de su cumpleaños.
Sócrates, quien también es psicólogo y venció al cáncer, conversó en una entrevista radial con la periodista Shirley Varnagy sobre la presión que vivió al sentirse distinto a lo tipificado en la norma, pero también ser un ídolo de la pantalla grande y chica al que le preguntaban si le atraían las mujeres.
Por eso, decidió aprovechar la fecha especial de su gran amor para compartir varias fotos juntos y dedicarle unas bellas palabras con las que “salía” públicamente del clóset.
“Contigo es fácil sentir por igual amor y orgullo. Nuestras sombras son más amables cuando estamos juntos; me estas enseñando a escucharte cuando callas y a querer sin depender. Me gusta mucho tu cerebro y tu mirada mejorada. Creo que tienes el ‘perfil’ que buscaba… Y también la frente de hombre inteligente. Así que, a pesar que me haces poner cara de bobo… Te digo: Sigamos viajando al centro de la buena energía… Sigamos usando medias cuando todos van descalzos… Y ‘oye vale’, sigamos subiendo siempre juntos, que la música sonará para nosotros. Feliz cumpleaños @jorgekatouch. Te amo. Gracias por permitirme integrar muchas de mis verdades”, escribió en su cuenta en Instagram.
“Me convertí en un activista”
Serrano afirmó no entender que por amar a otra persona alguien sea “aniquilado; eso es una aberración”, y pide no caer en esas “trampas” que obligan a una persona a tener que confesar u ocultar algo alguna parte de su naturaleza humana.
“No soy un bicho raro porque soy homosexual”, aseveró.
Así, afirmó que después de interpretar a Fabrizio en la película venezolana dirigida por Miguel Ferrari se convirtió “en espejo de quien tenía sus preferencias y no habían podido hablar con sus padres y parejas“.
“Sin darme cuenta me convertí en un activista a raíz de ese personaje” que se estrenó en 2012″, agregó.
Sócrates confesó que debido a la presión se atrevió a “probar” con mujeres, pero inevitablemente su orientación sexual se impuso, lo que lo llevó a contarle sus preferencias a su hermana y padres.
