Desde Hiroshima, la ciudad japonesa que sufrió el primer ataque atómico de la historia, los líderes del G7 emitieron este viernes una declaración conjunta en la que expresan su compromiso con el objetivo de lograr un mundo sin armas nucleares y condenan las amenazas lanzadas por Rusia sobre el posible uso de este tipo de armamento.
“Una guerra nuclear no se puede ganar ni se debe librar”
Los jefes de Estado y de Gobierno del G7 subrayaron el “recordatorio” que representa Hiroshima de la “devastación sin precedentes y el inmenso sufrimiento humano” derivado de las armas nucleares y reafirmaron, en el primer documento de los líderes del G7 centrado en el desarme nuclear, su compromiso con el objetivo final de un mundo sin armas nucleares con una seguridad no disminuida para todos, logrado mediante un enfoque realista, pragmático y responsable.
“Una guerra nuclear no se puede ganar ni se debe librar”, dijeron los líderes, que hicieron un llamado a Rusia para que cumpla los compromisos adquiridos, también en su “irresponsable” retórica belicista, dentro de la cual el presidente ruso, Vladimir Putin, ha lanzado varios avisos.
En este contexto, reiteraron su posición de que las amenazas de Rusia de uso de armas nucleares, y mucho menos cualquier uso de armas nucleares por parte de Rusia, en el marco de su agresión contra Ucrania son “inadmisibles“.
Recordaron la declaración conjunta de los líderes de los cinco Estados poseedores de armas nucleares emitida el 3 de enero de 2022 sobre la prevención de la guerra nuclear y la evitación de las carreras armamentistas, e instaron a Rusia a reafirmarse —en palabras y hechos— en los principios consagrados en esa declaración.
El papel clave de Rusia y Estados Unidos
Los líderes del G7 destacaron la importancia del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) como piedra angular del régimen mundial de no proliferación nuclear y como fundamento para la búsqueda del desarme nuclear y los usos pacíficos de este tipo de energía.
Así, lamentaron la decisión de Rusia de socavar el Nuevo Tratado Start e instaron a Moscú a permitir un retorno a la plena aplicación del mismo.
También destacaron el papel clave que desempeñan Rusia y Estados Unidos, país miembro del G7, en estos esfuerzos, en la medida en que acumulan alrededor del 90% de las armas atómicas.
Hicieron hincapié en la importancia de la transparencia con respecto a las armas nucleares y acogieron con satisfacción las acciones ya emprendidas por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido para promover medidas efectivas y responsables de transparencia mediante el suministro de datos sobre sus fuerzas nucleares y el tamaño objetivo de su arsenal nuclear.
La preocupación por Ucrania, China, Corea del Norte e Irán
La preocupación del G7 se extiende al control ruso sobre las instalaciones nucleares de Ucrania, por el “grave riesgo” que ello conlleva. Las fuerzas rusas controlan desde marzo de 2022 la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, y en cuyas inmediaciones siguen registrándose combates de forma recurrente.
El comunicado de las potencias incluye también alusiones a China, a la que acusan de “acelerar” sin la más mínima transparencia su acumulación de arsenal nuclear y a la que emplazan a acudir a foros multilaterales centrados en temas de desarme.
Asimismo, mencionan a Corea del Norte, para reafirmar el apoyo a las sanciones mientras el régimen de Kim Jong Un persista en su actual carrera industrial y armamentística.
Los gobiernos del G7, por otra parte, se muestran “profundamente preocupados” por la “escalada” del programa atómico en Irán, que “no tiene una justificación creíble para su uso civil”.
“Reiteramos nuestra clara determinación de que Irán no debe desarrollar nunca un arma nuclear“, dijeron, para acto seguido pedir la aplicación de la resolución de la ONU que abre la puerta a sanciones.