El candidato de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva (50,88%) se impuso por un estrecho margen a su rival y actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro (49,12%) con el 99,63% escrutado y afianza así las opciones de remontada tras un inicio del recuento en el que Bolsonaro estaba por delante.
Lula da Silva fue considerado como vencedor de la cita electoral poco antes de las 8:00 p.m. locales (7:00 p.m. de Venezuela), con el 98,91% de voto escrutado, tras recibir más de 59 millones de votos. Después, el Tribunal Superior Electoral reconoció su victoria alcanzadas las 12:00 a.m. del lunes (11:00 p.m. del domingo en Venezuela).
Con este resultado, Bolsonaro se convierte en el primer presidente brasileño en no lograr la reelección después de una legislatura iniciada en enero de 2019 que ha estado marcada, entre otros temas por su polémica gestión de la pandemia.
La jornada electoral cierra una tensa campaña de violencia política y polarización para un país que sale muy dividido y con un presidente que tendrá 77 años cuando asuma el cargo. Será su tercera etapa en el poder tras sus dos mandatos de 2003-2010.
Se compromete a gobernar para todos los brasileños
El recién elegido Lula da Silva se comprometió a gobernar para todos los brasileños en su primera declaración tras conocer el resultado de las elecciones de este domingo, en la que también enfatizó que no existen dos Brasiles y que la mayoría eligió más respeto, igualdad, libertad y fraternidad.
“A partir del 1 de enero de 2023, gobernaré para 215 millones de brasileños y no solo para los que votaron por mí“, sostuvo el representante del Partido de los Trabajadores (PT).
“No hay dos Brasiles. Hay un solo pueblo, una sola nación. A nadie le interesa vivir en un país dividido en permanente estado de guerra. Estas personas están cansadas de ver al otro como un enemigo. Es hora de deponer las armas que nunca debieron empuñarse“, expresó, haciendo alusión al resto de partidos políticos.
Además, Lula da Silva expresó que en estos comicios no solo se enfrentaba al otro candidato (Bolsonaro), sino a la “máquina del Estado brasileño” que se ponía a su servicio para impedirle ganar. “Quiero agradecer al pueblo brasileño que votó por mí, que se dignó cumplir con su compromiso ciudadano”, dijo Lula, quien dijo que se considera un ciudadano “que ha tenido un proceso de resurrección”.
El brasileño reconoció que gobernará el país en una “situación muy difícil” pero que cuenta con la mayoría del pueblo para encontrar una salida para Brasil a través de los instrumentos de la democracia. Por ello, prometió que la economía brasileña “volverá a girar” y las minorías estarán incluidas en el presupuesto y también los productores agrarios y los pequeños empresarios.
“La mayoría del pueblo brasileño decidió que quería más y no menos respeto y comprensión entre los brasileños; más y no menos igualdad, libertad y fraternidad en nuestro país”, declaró Lula al hacer referencia a las implicaciones plausibles del término democracia.
Recuperar la “credibilidad” de Brasil
En materia económica, también se refirió al mercado financiero manifestando que el país debe recuperar su “credibilidad, previsibilidad y estabilidad” para que los inversores nacionales y extranjeros recuperen su confianza en él. Además, apuntó que Brasil no se puede limitar a exportar materias primas y se comprometió a reindustrializar el país e invertir en economía verde.
Además, puso el foco en el problema de hambre que enfrenta el país. “Nuestro compromiso más urgente es volver a acabar con el hambre. No podemos aceptar como normal que millones de hombres, mujeres y niños en este país no tengan qué comer, o que consuman menos calorías y proteínas de las necesarias”, expresó.
Por último, se comprometió a avanzar en la lucha contra la violencia contra las mujeres y prometió enfrentar el racismo, los prejuicios, la discriminación, “para que blancos, negros e indígenas tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades”.
Asimismo, se comprometió a retomar el seguimiento y la vigilancia de la Amazonía y luchar contra la deforestación, ya que considera posible generar riqueza sin destruir el medio ambiente. Además, manifestó que su Gobierno tendrá un compromiso con los pueblos indígenas.
Da Silva también agradeció su victoria a Dios. “Quiero comenzar este pequeño discurso con agradecimiento a Dios. Toda mi vida siempre pensé que él era muy generoso conmigo, permitiéndome irme de donde me fui y llegar a donde estoy”, confesó.
