El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, arremetió este miércoles contra Polonia, a la que calificó de “Estado hostil” hacia Rusia y acusó a los líderes políticos polacos de estar “literalmente entrando en histeria y rusofobia”.
La reacción de Peskov se produce después de que el viceministro de Defensa de Polonia, Waldemar Skrzypczak, expresara su disposición a “estar preparados” ante la posibilidad de una inminente “revuelta” en Bielorrusia.
Posible levantamiento en Bielorrusia
Skrzypczak sugirió que los militares bielorrusos del Ejército ucraniano podrían dirigirse hacia Bielorrusia para derrocar al presidente Alexander Lukashenko si antes tienen éxito en la contraofensiva contra Rusia en Ucrania.
“Preparémonos para esto, porque va a pasar. Debemos estar listos para apoyar estas unidades, que llevarán a cabo operaciones contra Lukashenko. Tenemos motivos para apoyarlos tal y como hemos hecho con los ucranianos”, afirmó.
Una “amenaza obvia” para Minsk
Ante estas declaraciones, Peskov acusó a Varsovia de hablar ya “abiertamente” de su “intención de interferir directamente, incluso por la fuerza, en los asuntos internos de un Estado vecino”, según recoge Interfax.
“Naturalmente, la Federación Rusa tiene la obligación de garantizar la seguridad de Bielorrusia, lo que haremos frente a una amenaza tan obvia“, concluyó Peskov, reconociendo así su intención de proteger a su país vecino y principal aliado.
Bielorrusia es una pieza clave en el conflicto entre Rusia y Ucrania, aunque sus cartas no parecen del todo claras. Por un lado, ha organizado negociaciones entre delegados rusos y ucranianos, pero por otro sirve su terreno para el despliegue militar ordenado contra Ucrania por Vladimir Putin.
