Un escándalo sacude a la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) tras revelarse que uno de sus agentes filtraba información confidencial sobre el empresario Álex Saab, acusado de corrupción y lavado de dinero en Venezuela, a cambio de dinero.
Según el testimonio de un exfiscal federal en un juicio en Nueva York, el agente John Costanzo Jr. le dijo a su exjefe en la DEA, Manny Recio, la fecha exacta en que se iba a presentar la acusación contra Saab en Miami, en 2019. Recio, que se había retirado de la agencia y trabajaba como investigador para dos abogados defensores de Miami, Luis Guerra y David Macey, habría pagado 73.000 dólares (USD) a Costanzo por esa y otras filtraciones.
El caso contra Saab es uno de los más sensibles para el Gobierno de Estados Unidos, que lo considera un testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Saab fue detenido en junio de 2020 en Cabo Verde, cuando viajaba a Irán para negociar acuerdos petroleros en nombre de Maduro. Desde entonces, el Gobierno venezolano ha reclamado su liberación, alegando que tiene inmunidad diplomática.
Pero lo que pocos sabían es que Saab había sido informante de la DEA antes de su arresto, según los fiscales. Saab se habría reunido con agentes fuera de Venezuela, devuelto millones de dólares obtenidos ilegalmente y aceptado colaborar con la investigación sobre el círculo íntimo de Maduro.
“Cuando acusamos a alguien, el secreto tiene su razón de ser”, dijo Michael Nadler, el exfiscal que acusó a Saab, al jurado. “No se debe revelar información que ayude a nadie por fuera del equipo de fiscales a conseguir clientes”.
Los fiscales han calificado a Guerra y Macey de “abogados corruptos” que “pagaban altos precios por secretos de la DEA”, pero no han explicado por qué no los han acusado junto con Costanzo y Recio.
Con información de AP.
