En un gesto de distensión, Washington ha dado luz verde a la liberación de fondos iraníes congelados en Corea del Sur, como parte de un acuerdo que incluye el intercambio de presos entre ambos países.
El Departamento de Estado de Estados Unidos informó el lunes que su titular, Antony Blinken, había firmado una exención que autoriza el traslado de 6.000 millones de dólares (USD) iraníes a una cuenta especial en Catar. La medida fue notificada formalmente al Congreso estadounidense la semana pasada.
Los fondos iraníes estaban retenidos en Corea del Sur debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos contra la República Islámica por su programa nuclear. Irán podrá usar estos recursos para adquirir bienes humanitarios, como alimentos y medicamentos.
Un acuerdo mediado por Catar
La liberación de los fondos iraníes se enmarca en un acuerdo anunciado el 10 de agosto entre Teherán y Washington, con la mediación de Catar, para facilitar el canje de presos estadounidenses detenidos en Irán y de iraníes detenidos en Estados Unidos.
“Esperamos que la transferencia se complete en los próximos días y que Irán tenga pleno acceso a sus activos”, declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kanani.
Kanani aseguró que Irán podría comprar “cualquier bien no sancionado” por Estados Unidos y “hacer pleno uso de los fondos desbloqueados”, no solo para adquirir “medicinas y alimentos”.
Sin embargo, un portavoz diplomático estadounidense aclaró que “estos fondos serán transferidos a cuentas restringidas en Catar” y que “Estados Unidos tendrá derecho de control sobre la manera cómo se gastan y cuándo”.
Un paso hacia la normalización
El acuerdo entre Irán y Estados Unidos, negociado discretamente, refleja una relajación de las tensiones entre ambos países, que carecen de relaciones diplomáticas desde la Revolución Islámica de 1979.
“Confiamos en que el intercambio de prisioneros se producirá pronto”, afirmó Kanani.
Según el pacto, Teherán ha puesto bajo arresto domiciliario a cinco presos estadounidenses de origen iraní, antes de su probable traslado a Catar para su liberación.
Los expertos consideran que este arreglo podría ser un paso hacia la normalización de las relaciones entre Irán y Estados Unidos, aunque no garantiza un posible acuerdo sobre el programa nuclear iraní de 2015, que está al borde del colapso desde que Estados Unidos se retiró en 2018 por decisión del entonces presidente, Donald Trump.
El acuerdo podría concretarse en los próximos días, coincidiendo con el primer aniversario de las protestas en Irán por la muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini y con la celebración de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, a la que se espera que asista el presidente iraní, Ebrahim Raisi.