Alrededor de 22.000 personas fueron indultadas por las autoridades judiciales iraníes, luego de ser detenidas por su participación en las protestas de septiembre del año pasado. Las manifestaciones se dieron luego de que la joven Mahsa Amini falleciera bajo custodia tras ser interceptada por la Policía de la Moral por no usar correctamente el velo.
Según confirmó el presidente del Tribunal Supremo de Irán, este número de indultos forma parte de un paquete más amplio de 82.000.
Las protestas que estallaron en septiembre fueron uno de los mayores desafíos recientes hacia la cúpula actual de Irán. Las mismas fueron reprimidas con dureza.
No obstante, hace un mes, el ayatolá Alí Jamenei había aceptado una propuesta para “indultar o reducir la pena de un número significativo” de acusados y condenados por su participación en las protestas.
Los detenidos fueron decenas de miles, y según la ONG Iran Human Rights, al menos 481 manifestantes murieron por la represión ejercida por las fuerzas de seguridad en las primeras semanas de movilizaciones.
La ONG ha estimado que más de un centenar de detenidos se enfrentaban a delitos susceptibles de ser castigados con la pena de muerte, dato que ha sido muy criticado por la comunidad internacional.
