Los estadounidenses cada vez tienen más dificultades para comprar una casa debido a los elevados costos de endeudamiento, que han llevado la demanda hipotecaria a su nivel más bajo en casi tres décadas.
La Asociación de Banqueros Hipotecarios informó el miércoles que el índice de solicitudes de compra de vivienda cayó un 2,1% la semana pasada, hasta 141,9 puntos, el registro más bajo desde abril de 1995, recoge Bloomberg. Este indicador mide las solicitudes hipotecarias para adquirir una casa nueva o usada en los Estados Unidos.
El descenso se produjo a pesar de que el tipo de interés promedio de las hipotecas fijas a 30 años bajó 10 puntos básicos, hasta el 7,21%, en la semana que terminó el 1 de septiembre. Sin embargo, esta tasa sigue siendo muy alta en comparación con los niveles históricos y con los países desarrollados.
La refinanciación también se hunde
La caída de la demanda de compra no fue la única mala noticia para el sector inmobiliario estadounidense. El índice general de demanda hipotecaria, que incluye también las solicitudes de refinanciación, se redujo un 2,9%, hasta el mínimo desde 1996.
La refinanciación consiste en cambiar las condiciones de una hipoteca ya existente, normalmente para aprovechar un tipo de interés más bajo o para alargar el plazo de pago. Sin embargo, los actuales propietarios de vivienda no tienen incentivos para hacerlo, ya que se beneficiaron de los bajos intereses que imperaron durante la pandemia.
Círculo vicioso
La combinación de una baja demanda y una escasa oferta ha creado un círculo vicioso que afecta negativamente al mercado inmobiliario. Por un lado, los altos intereses hacen que muchas personas no puedan acceder a una hipoteca o que tengan que pagar cuotas muy elevadas. Por otro lado, la falta de inventario y la fuerte demanda acumulada presionan al alza los precios de las viviendas, lo que las hace aún más inaccesibles.
Las casas nuevas han tratado de llenar el vacío de oferta, pero no han sido suficientes para satisfacer la demanda ni para moderar los precios. Además, la construcción se ha visto afectada por el aumento de los costos de los materiales y la escasez de mano de obra.
Sin esperanzas a corto plazo
Los posibles compradores no tienen muchas esperanzas de que la situación mejore a corto plazo. La Reserva Federal, el banco central estadounidense, ha señalado que podría subir los tipos de interés para frenar la inflación, que se ha disparado en los últimos meses.
Esto significa que los costos de endeudamiento podrían aumentar aún más, lo que haría más difícil la compra de una vivienda. Incluso si los intereses bajaran, el repunte de la demanda podría provocar un nuevo incremento de los precios.
La encuesta de la Asociación de Banqueros Hipotecarios se realiza desde 1990 y cubre más del 75% de todas las solicitudes de hipotecas residenciales minoristas en Estados Unidos.