La música irlandesa está de luto por la pérdida de una de sus figuras más emblemáticas: Sinéad O’Connor, la intérprete de Nothing Compares 2 U, dejó de existir físicamente a los 56 años, según lo confirmó su familia.
Aún se desconoce el motivo de su deceso. O’Connor había enfrentado problemas de salud mental que la llevaron a intentar suicidarse en varias ocasiones.
La artista se hizo famosa en 1990 con su versión de la balada escrita por Prince, que se convirtió en un éxito mundial y en un himno generacional. Su voz potente y expresiva cautivó a millones de oyentes y le valió varios premios y reconocimientos.
Su familia expresó en un comunicado: “Es con gran tristeza que anunciamos el fallecimiento de nuestra amada Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han solicitado privacidad en este momento tan difícil”.
Una carrera marcada por la polémica
O’Connor no solo destacó por su talento musical, sino también por su imagen rebelde y sus posturas críticas sobre temas como la religión, el sexo, el feminismo y la guerra. Su cabeza rapada y sus tatuajes eran parte de su identidad artística y personal.
Algunos la recordarán por haber roto una foto del papa Juan Pablo II durante una aparición televisiva en Saturday Night Live, un gesto que le costó el repudio de muchos y que ella explicó como una protesta contra el abuso sexual infantil en la Iglesia católica.
El año pasado, su nombre volvió a los diarios tras el suicidio de su hijo Shane de 17 años. A los pocos días fue internada porque sus allegados temían que intentara, una vez más, quitarse la vida.
Sus últimos proyectos
O’Connor había escrito en su página de Facebook a principios de este mes que se había mudado a Londres después de 23 años y estaba terminando un álbum que se lanzará el próximo año. También compartió planes para hacer una gira por Australia y Nueva Zelanda en 2024, y en Europa, Estados Unidos y otros territorios en 2025.
En su último Tweet, O’Connor publicó una foto de Shane y dijo: “Desde entonces, vivo como una criatura nocturna no muerta. Fue el amor de mi vida, la lámpara de mi alma”.
Su legado musical perdurará en la memoria colectiva como una muestra de su sensibilidad, su fuerza y su compromiso con sus ideales.
