La Alianza Atlántica reforzó su presencia en el flanco oriental ante la posible amenaza que representa la compañía militar privada de Yevgeni Prigozhin, el Grupo Wagner, que podría instalarse en Bielorrusia tras el acuerdo alcanzado con el Kremlin después de la revuelta armada contra el Gobierno de Vladimir Putin.
Así lo informó este miércoles el secretario general de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (Otan), Jens Stoltenberg, quien aseguró que la organización está lista para proteger y defender “cada centímetro de territorio aliado” frente a cualquier adversario potencial, incluidos Moscú y Minsk.
Stoltenberg hizo estas declaraciones en una rueda de prensa junto a la primera ministra estonia, Kaja Kallas, en la que evitó dar detalles sobre el posible despliegue de las fuerzas paramilitares rusas de Wagner en Bielorrusia.
“Algunas de estas fuerzas podrían desplegarse en Bielorrusia, pero creo que es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas”, dijo el jefe político de la Otan.
Cumbre de Lituania
Stoltenberg anunció que los 31 miembros de la alianza atlántica aumentarán su defensa y disuasión en la próxima cumbre de Lituania, que se celebrará los días 11 y 12 de julio, y mantendrá la vigilancia sobre los movimientos de las fuerzas de Prigozhin.
Prigozhin es conocido como “el chef de Putin”. Wagner ha participado en conflictos armados en Siria, Libia o Ucrania.
Según algunos medios, el grupo mercenario cuenta con unos 5.000 efectivos entrenados y equipados por el ejército ruso.
