El canciller de Venezuela, Yván Gil, exhortó este martes al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a pronunciarse sobre el “secuestro” del empresario colombo-venezolano Álex Saab, extraditado desde Cabo Verde a Estados Unidos acusado de blanqueo de capitales.
Gil, que acusó precisamente al Consejo de estar “politizado”, señaló que “un ejemplo tangible del desprecio por el Derecho Internacional y la violación de los derechos lo constituye el vil secuestro y extradición del diplomático Álex Saab”.
Así, aseveró que fue “injustamente detenido en los Estados Unidos en el marco de un proceso ante un tribunal estadounidense que está plagado de graves vicios y aberrantes distorsiones“. “Frente a lo cual este Consejo debería pronunciarse por constituir un caso ignominioso de violación de los Derechos Humanos y la Convención de Viena”, expresó, en declaraciones transmitidas por la estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Durante la 52ª sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Gil destacó que dos años después del inicio de la pandemia, las secuelas han puesto sobre la mesa las “profundas inequidades, desigualdades y exclusiones, que a su juicio, aún persisten en el mundo”.
“927 medidas coercitivas unilaterales”
“Así lo ha demostrado el desigual acceso a las vacunas y el desigual acceso al derecho a la salud. Venezuela alcanzó el 100% de población de la meta objetivo vacunadas y ha logrado mitigar los efectos de la pandemia a pesar de las grandes dificultades presentadas por la imposición de medidas coercitivas unilaterales, ilegales, criminales y extorsivas contra nuestra economía y el pueblo”, afirmó.
En este sentido, hizo hincapié en que las sanciones impuestas por Estados Unidos sobre el país sudamericano “continúan bloqueando el acceso a las medicinas y equipos médicos” y resaltó que son “927 medidas coercitivas unilaterales”.
Así, afirmó que estas sanciones se han utilizado “como armas políticas y económicas contra los pueblos del sur que no comparten las medidas usadas por el Gobierno de Estados Unidos“. “Estas medidas son la continuidad del colonialismo. Ahora son implementadas como armas políticas y económicas por los países hegemónicos a los pueblos del sur y a todo aquel que no comulga con sus perversas intenciones expansionistas acompañadas de vergonzosas campañas mediáticas llenas de falsedades para criminalizar gobiernos, acusar autoridades legítimas y organizar fallidos magnicidios y golpes de Estado”, insistió.
Por último, reafirmó el compromiso del Gobierno venezolano “en materia de Derechos Humanos bajo el respeto a los principios de soberanía” y condenó la “politización que pretenden seguir aplicando sectores muy específicos del Consejo”.