Decenas de migrantes venezolanos buscan afanosamente un boleto de autobús en la terminal de transporte más grande de Bogotá rumbo a Cúcuta, La Guajira y Arauca, regiones fronterizas con Venezuela, para llegar a tiempo a su país a las celebraciones de Fin de Año.
Miriam Vegas, una venezolana que espera la salida de su ruta, dijo a la Voz de América que está pensando que este sea su último viaje de regreso a su país, donde tiene planeado volver para radicarse.
“Nos dirigimos hacia Cúcuta, todo lo que llevamos en nuestras maletas son regalos para nuestras familias. Teníamos cinco años acá en Bogotá y creo que llegó el momento de ver si las cosas vuelven a funcionar de nuevo en Venezuela”, apuntó.
Como Miriam, son muchos los venezolanos que cuentan las horas para volver a ver a sus seres queridos y empezar una nueva vida en su país.
“Vamos con el motivo de quedarnos, pero si vemos que la cosa está dura allá, toca regresarnos de nuevo”, dijo a la VOA el venezolano Carlos Araque.
Sin embargo, el sueño de reencontrarse con sus seres queridos para el venezolano Leonel Madueño parece estar lejos. Llegó hasta la terminal de buses con la ilusión de conseguir los tiquetes, pero los elevados precios le han impedido realizar el viaje de 15 horas hacia Cúcuta, la última parada antes de su destino final.
“Los pasajes están muy elevados, 200.000 pesos (42 dólares) están cobrando. Cuando mi hermano se fue hace una semana, costaban 100. Uno no puede pasar Navidad con su familia porque los pasajes están muy elevados. Somos cuatro personas, pero se hace imposible viajar. Pedimos rebaja, pero nos dicen que no porque están en temporada de Navidad”, dijo.
Años sin ver a la familia
Para destinos como Arauca, Cúcuta y La Guajira, según cifras de la terminal de transporte, el 50% de los usuarios son ciudadanos venezolanos.
Migración Colombia no ha entregado cifras oficiales sobre la salida de venezolanos con destino a su país para este Fin de Año.
“Voy a ir a visitar a mi familia, tengo más de un año que no los veo”, le dijo a la VOA Mirbyan de González, venezolana. Dijo que su propósito no era quedarse en Colombia, pero le gustó. “En Venezuela tengo a mi mamá, mis hermanos y acá a mis hijas y nietas. Eso es lo que me anima a ir y regresar”, dijo.
Yessy Gonzalez, una venezolana que desde hace cuatro años vive en la ciudad de Armenia, en la región cafetera de Colombia, dijo que hace dos años no ve a su familia. “Ya era tiempo de reencontrarme con ellos. Es un viaje de ida y vuelta. En enero espero estar de nuevo en Colombia”, concluyó.
Con información de VOA.