El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, defendió el jueves a los funcionarios de la Guardia Costera por la muerte del bebé venezolano ocurrida el pasado 5 de febrero.
Durante una rueda de prensa, Rowley calificó como “apropiada” la acción de los guardacostas a pesar de la muerte del menor de edad cuando se encontraba en una embarcación con más de 30 migrantes venezolanos.
“No sé qué oficial apretó el gatillo, pero sé que ese oficial sentiría el dolor de saber que el resultado de esa acción, de esa acción legal, de esa acción apropiada para defender a Trinidad y Tobago, tuvo como resultado la muerte de ese niño. ¿Ser llamado asesino? Lo rechazo, lo rechazo y lo rechazo”, señaló el ministro en declaraciones citadas por CNC3.
Rowley aseguró que Trinidad y Tobago está sometido a una penetración constante y permanente de otros países en busca de una mejor calidad de vida.
En este sentido el primer ministro reiteró su creencia en la inocencia de los guardacostas. Rowley admitió que existe un “tráfico” entre las fronteras de Trinidad y Tobago y Venezuela.
“Hay tráfico en nuestras fronteras, especialmente en nuestra Costa Sur y nuestra Costa Este, que va hacia y desde Trinidad y Tobago. Gran parte de ese tráfico proviene de personas que no respetan las leyes de Trinidad y Tobago y se encargan de entrar de forma ilegal“, aseveró.
“Y me atrevo a decir que hay muchos ciudadanos de Trinidad y Tobago que hacen lo mismo hacia Venezuela, por lo que hay un tráfico que va hacia el norte y el oeste de Trinidad y Tobago”, añadió.
Se mantiene la investigación
Actualmente se mantiene abierta investigación sobre el incidente, pero tanto el primer ministro como la líder de la oposición se han pronunciado al respecto, cayendo en un lado u otro de la cuestión.
La líder de la oposición, Kamla Persad-Bissessar, ha tachado al miembro de la Guardia Costera de “asesino” por disparar al niño, mientras que el primer ministro ha insistido en que la Guardia Costera es inocente.
Rowley aseguró que la Guardia Costera es la encargada de gestionar el tráfico fronterizo entre las naciones para evitar que las personas que llegan a Trinidad y Tobago lo hagan de forma ilegal desde Venezuela.
“Cuando recientemente se conoció la noticia del asesinato de un bebé a bordo de una embarcación durante las operaciones de nuestra Guardia Costera, patrullando nuestra frontera, pedí que la dirección de nuestra Guardia Costera se comunicara con la dirección venezolana de su Guardia Costera, como profesionales, manejando esta tarea para Trinidad y Tobago y para Venezuela, que determinaran entre ellos si se están siguiendo nuestros protocolos, y que estuviéramos más cerca en nuestra relación de protección y patrullaje de nuestras fronteras para el pueblo de Trinidad y Tobago y para el pueblo de Venezuela”, acotó.
Asimismo, aseguró que comprende el dolor de la familia del menor de edad. “Tengo dos nietos y sé lo que es para esa familia que uno de los suyos, un bebé, sea asesinado, en una acción de patrulla de la Fuerza de Defensa, es el mismo sentimiento que tuve cuando a un amigo mío se le murió un niño pequeño por un portón en movimiento en su casa, atrapado en un portón eléctrico apretando a ese niño hasta la muerte, sé de eso, cada vez que lo pienso, lo siento”, dijo.
Aunque elogió a los guardacostas por colaborar con los jóvenes, Rowley dijo que era “un momento de tristeza también”.
“Nosotros, asociados a nuestras Fuerzas de Defensa, a nuestros Guardacostas, hemos asumido la responsabilidad de proteger a nuestra nación, esa protección se da de diversas maneras, pero se requiere cada minuto de cada día que pasa”, dijo.
Rowley expresó que a lo largo de los años ha trabajado con el personal de la Guardia Costera, por lo que insistió en su orgullo hacia los funcionarios. “Sabemos que están influyendo en las mentes, y cambiando a la gente y dirigiendo a algunos jóvenes desde los caminos de la dificultad y la destrucción hacia un camino en el que puedan convertirse en líderes nacionales”, finalizó.
