Cientos de afganos acudieron este lunes al aeropuerto de Kabul en un intento por huir del país, luego de la llegada de los talibanes a la capital, lo que provocó la caída del gobierno y la huida del presidente, Ashraf Ghani, quien reconoció la victoria de los insurgentes.
La presencia del grupo insurgente en el Palacio Presidencial en Kabul ha desencadenado escenas de pánico y caos en el aeropuerto de la capital, obligando a las fuerzas estadounidenses presentes a disparar al aire para intentar poner orden.
En videos difundidos en las redes sociales se puede apreciar a miles de personas esperando en la pista, mientras que otro grupo se aferraba a las pasarelas o escaleras, intentando subir a un video.
Al menos tres hombres que se aferraron a las ruedas de un avión estadounidense habrían caído poco después en pleno vuelo en una zona de casas en las cercanías del aeropuerto.
Las tropas estadounidenses han intentado controlar a la multitud, quienes no convencidos de las promesas de los talibanes de que nadie debía temerles, se apresuran a abandonar Afganistán, a pesar de que la mayoría de los vuelos comerciales fueron suspendidos.
En otros videos que circulan por las redes se muestra a las personas corriendo tras un avión que intenta despegar.
¿Fin de la guerra?
Las calles de Kabul se encuentran siendo patrulladas en gran parte por talibanes armados, en particular en la “zona verde”, que alberga las embajadas y las organizaciones internacionales.
La debacle es total para las fuerzas de seguridad afganas, financiadas por Estados Unidos, quienes expulsaron al grupo debido a su negativa a entregar al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, luego de atentados del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center, conocido como las Torres Gemelas.
El movimiento islamista radical, quienes tomaron en diez días el control de Afganistán, inició una ofensiva el pasado mes de mayo tras el inicio de la retirada de las tropas extranjeras.
Desde el pasado 6 de agosto, cuando los talibanes se hicieron con el control de la ciudad de Zaranj, en la provincia de Nimroz, los insurgentes se extendieron rápidamente por el país, apoderándose de varias provincias a lo largo de la semana.
Tras entrar en Kabul, el portavoz de la Oficina Política de los Talibanes, Mohammad Naeem, declaró que “la guerra ha terminado en Afganistán” y que pronto estarán claros el tipo de gobierno y el régimen que se implantará en el país.
La bandera de Estados Unidos fue retirada de la sede diplomática en Kabul y “puesta a salvo con el personal de la embajada” reunido en el aeropuerto, según información proporcionada por el Departamento de Estado y el Pentágono.
Al menos 6.000 soldados estadounidenses han sido enviados a Afganistán para evacuar al personal de la embajada y afganos que los apoyaron como intérpretes o en otras funciones.
La victoria de los talibanes resulta amarga para Estados Unidos, quienes no lograron construir un gobierno democrático, pese a invertir millones de dólares y otorgar apoyo militar en los últimos 20 años.