Víctor Manuel Rocha, exembajador de Estados Unidos, admitió este jueves haber espiado para Cuba por más de 40 años, lo cual sorprendió a los magistrados a cargo del caso dado que no esperaban que se resolviera tan rápido, en lo que ha sido catalogado como una de las mayores y más descaradas traiciones en materia de relaciones exteriores en la historia estadounidense.
Ahora, Rocha deberá declararse culpable el próximo 12 de abril cuando acuda nuevamente a los tribunales. “Estoy de acuerdo”, expresó el acusado a la jueza Beth Bloom cuando le preguntó si mantenía su declaración de culpabilidad.
Asimismo, solo falta por conocer la sentencia que el exembajador recibirá, la cual según su abogado, ya se estableció pese a no saberse aún cuántos años de cárcel se le impondrán.
Rocha, de 73 años, es señalado de fungir como agente de un gobierno extranjero. En consecuencia, actuó en “actividades clandestinas” a nombre de Cuba, desde al menos su primer año en el cargo en 1981.
En esos más de 40 años, sostuvo reuniones con agentes de Inteligencia de la Habana. Adicionalmente, suministró información falsa a funcionarios de Washington, entre otras actividades.
Según Infobae, Rocha también ocupó importantes cargos en Bolivia, Argentina, la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana e incluso la asesoría especial del comandante del Comando Sur.
El diplomático fue aprehendido en diciembre cuando estaba en su vivienda en Miami, después de una operación secreta del FBI.
El año pasado, un agente encubierto de dicha agencia llevó a cabo varias reuniones con Rocha, haciéndose pasar por un funcionario de Inteligencia de Cuba ya adoptando el nombre falso de Miguel.
En los encuentros, el exembajador elogió al fallecido Fidel Castro, a quien consideraba un “comandante”. Asimismo, calificó a Estados Unidos como el “enemigo” e incluso admitió que estaba al servicios de la isla.
“Lo que hemos hecho… es enorme… más que un Grand Slam”, aceptó en reiterados diálogos con el agente, los cuales fueron grabados en secreto.
