Venezuela eleva su producción de petróleo con el apoyo de Chevron

Foto: Roo Reynolds. – Flickr.

La petrolera estadounidense Chevron ha sido clave para que Venezuela aumente su oferta de crudo por encima de los 800.000 barriles diarios (bpd), tras recibir una licencia especial de Estados Unidos que le permite operar en el país pese a las sanciones de Washington. Sin embargo, expertos advierten que este repunte tiene un límite difícil de superar.

Según el último informe mensual de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), publicado este martes, Venezuela reportó una producción de 819.000 bpd en mayo, el segundo mes consecutivo que supera los 800.000 bpd, algo que no ocurría desde enero de 2020.

Estas cifras, sin embargo, están muy lejos de los niveles históricos de la industria petrolera venezolana: hace dos décadas, el país con las mayores reservas de petróleo en el mundo producía más de 3,2 millones de bpd.

En 2022, la producción cerró alrededor de los 650.000 bpd.

El rol de Chevron

Chevron recibió la licencia especial en noviembre de 2021, cuando la producción de los cuatro proyectos conjuntos que tiene con la estatal Pdvsa “estaba en su nivel más bajo”, 50.000 bpd, explica a la AFP Pilar Navarro, economista de la firma EMFI Securities, con sede en el Reino Unido.

“Actualmente se encuentra en torno a 120.000 barriles“, precisa la especialista, lo que representa cerca del 15% de la oferta total de Venezuela.

Navarro señala que “Chevron se ha encontrado con muchos más problemas de lo que esperaba“.

De hecho, según el proveedor de datos Argus Media, la trasnacional estadounidense revisó a la baja sus proyecciones, reduciendo de 200.000 bpd a 175.000 bpd su estimación de producción en el país para finales de año.

Un ejemplo que destaca esa firma: el mal estado del estratégico canal de navegación en el Lago de Maracaibo, en el petrolero estado Zulia (occidente) “limita el tamaño de los (buques) petroleros que Chevron puede usar”.

¿Qué pasa con las sanciones?

Hasta 2018, antes del embargo impuesto un año después, Venezuela enviaba 500.000 bpd a Estados Unidos y recibía desde ese país 120.000 bpd de petróleo liviano y diluyentes para procesar su crudo pesado. La licencia a Chevron permitió reanudar la importación de diluyentes.

Hoy, con las licencias a Chevron y otras petroleras, Estados Unidos es destino de 24% del crudo venezolano, según cifras que presentó Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker, en un foro de la consultora venezolana Ecoanalítica. China recibe el 62%.

Pedro Tellechea, ministro de Petróleo tras la salida de El Aissami, ha planteado llevar la producción total del país a un millón de barriles.

Tendría que haber “licencias más amplias”, destaca Navarro, pues la actual autorización estadounidense prácticamente limita las operaciones de Chevron al pago de 5.000 millones de dólares (USD) que Venezuela le debe a la compañía.

El techo de producción rondaría los 850.000 bpd si no hay una nueva “flexibilización” de sanciones, resalta a su vez Monaldi.

Un alivio para la economía

El efecto Chevron es “importante” para la frágil economía venezolana, pues una parte de los ingresos de la compañía se destina al mercado cambiario para pagar obligaciones en bolívares, explica a la AFP Hermes Pérez, profesor universitario y exjefe de la mesa de cambio del Banco Central de Venezuela (BCV).

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