La unidad de craqueo catalítico fluidizado (FCC) de El Palito, la refinería más pequeña de Venezuela, vuelve a operar después de casi un año de paralización, reporta Reuters.
Con esta medida se busca aliviar la escasez de combustible que afecta al país caribeño.
La refinería El Palito, controlada por la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y ubicada en el estado Carabobo, tiene una capacidad de producción de 146.000 barriles diarios (bpd) de crudo.
Sin embargo, desde 2017 su funcionamiento ha sido irregular y precario debido a un fuerte incendio.
Para recuperar su operatividad, el gobierno del presidente Nicolás Maduro firmó un acuerdo de 100 millones de euros con la compañía iraní National Company of Petroleum Refining and Distribution (Niordc), que se encarga de realizar reparaciones y proyectos de expansión en el Centro Refinador Paraguaná (CRP).
Unidad clave
Según informaron a Reuters un legislador aliado al Gobierno y siete fuentes familiarizadas con el tema, este domingo se reanudó la operación de la unidad de craqueo catalítico en la refinería El Palito.
La misma es clave para obtener gasolina y otros derivados livianos a partir del crudo pesado que se procesa en Venezuela.
Según trabajadores de la planta citados por la referida agencia de noticias, la unidad de la unidad de craqueo catalítico ya está produciendo 20.000 bpd y, por otra parte, el legislador Willian Rodríguez dijo que se espera que alcance su máxima capacidad el lunes.
Solución parcial
La reactivación de la refinería El Palito es un paso importante para mitigar la falta de combustible que sufre Venezuela desde hace varios años.
Las fallas operativas y las paradas frecuentes en el sistema de refinación nacional, que tiene una capacidad de 1,3 millones de barriles diarios, han obligado a los conductores a hacer largas colas para surtir sus vehículos.
Además, las sanciones impuestas por Estados Unidos han dificultado las importaciones y exportaciones de petróleo y sus derivados.
Ante esta situación, Irán ha brindado apoyo al gobierno de Maduro con envíos de combustible, diluyentes para convertir el crudo extrapesado en variedades exportables y piezas para reparar el circuito refinador venezolano desde 2020.
