El rey Carlos III, primogénito de Isabel II y Felipe de Edimburgo, pronunció este viernes su primer discurso como actual monarca de Reino Unido, al menos 24 horas de que se diera a conocer al mundo la muerte de su madre a los 96 años de edad.
“Me dirijo a ustedes hoy con sentimientos de profundo dolor. A lo largo de su vida, Su Majestad, la Reina -mi querida madre- fue una inspiración y un ejemplo para mí y para toda mi familia, y tenemos con ella la deuda más sentida que cualquier familia puede tener con su madre; por su amor, su afecto, su guía, su comprensión y su ejemplo”, empezó Carlos, con voz pausada y semblante triste.
El mensaje que fue transmitido por televisión a las 6:00 pm (hora local), había sido grabado horas antes en el Blue Drawing Room del Palacio de Buckingham, donde declaró que la reina Isabel II gozó de una “vida bien vivida” dedicada al servicio del pueblo.
“La reina Isabel fue una vida bien vivida; una promesa con destino cumplida y se la llora profundamente en su fallecimiento. Esa promesa de servicio de por vida se la renuevo hoy a todos ustedes“, expresó.
“Junto con el dolor personal que siente toda mi familia, también compartimos con muchos de ustedes en el Reino Unido, en todos los países en los que la Reina fue Jefe de Estado, en la Commonwealth y en todo el mundo, un profundo sentimiento de gratitud por los más de 70 años en los que mi madre, como reina, sirvió a los pueblos de tantas naciones”, agregó.
Rindió homenaje a la memoria de Isabel II
Carlos recordó que, en 1947, en la celebración de su cumpleaños 21, la reina se comprometió a dedicar su vida, fuera corta o larga, al servicio de sus pueblos.
“Fue más que una promesa: fue un profundo compromiso personal que definió toda su vida. Hizo sacrificios por el deber. Su dedicación y devoción como Soberana nunca decayó, en tiempos de cambio y progreso, en tiempos de alegría y celebración, y en tiempos de tristeza y pérdida”, sostuvo.
El nuevo rey, cuya proclamación será este sábado 10 de septiembre, continuó rindiendo homenaje a la mujer que acabó siendo la monarca más longeva del Reino Unido: “En su vida de servicio vimos ese amor permanente por la tradición, junto con ese abrazo intrépido al progreso, que nos hace grandes como naciones. El afecto, la admiración y el respeto que inspiró se convirtieron en el sello de su reinado”, dijo, y añadió: “Y, como pueden atestiguar todos los miembros de mi familia, combinaba estas cualidades con la calidez, el humor y una capacidad infalible para ver siempre lo mejor de las personas”.
“Sé que su muerte os produce una gran tristeza a muchos de ustedes y comparto ese sentimiento de pérdida, sin medida, con todos”.
De igual manera, recordó que cuando la reina Isabel II subió al trono, Gran Bretaña y el mundo estaban lidiando con las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
“En el transcurso de los últimos 70 años hemos visto cómo nuestra sociedad se ha convertido en una sociedad con muchas culturas y muchas creencias. Las instituciones del Estado han cambiado a su vez. Pero, a través de todos los cambios y desafíos, nuestra nación y la familia más amplia de Reinos -de cuyos talentos, tradiciones y logros estoy tan inexpresablemente orgulloso- han prosperado y florecido. Nuestros valores han permanecido, y deben permanecer, constantes“.
Carlos, que ha dedicado su vida a muchas organizaciones benéficas, destacó que “el papel y los deberes de la monarquía también permanecen, al igual que la relación y la responsabilidad particular del Soberano hacia la Iglesia de Inglaterra, la Iglesia en la que mi propia fe está tan profundamente arraigada”.
“En esa fe, y en los valores que inspira, he sido educada para apreciar el sentido del deber hacia los demás, y para tener el mayor respeto por las preciosas tradiciones, libertades y responsabilidades de nuestra historia única y nuestro sistema de gobierno parlamentario”.
“Serviré con lealtad, respeto y amor”
Asimismo, Carlos III se comprometió a defender los principios constitucionales de la nación durante el “tiempo que Dios le conceda” y afirmó que se esforzará para servir al pueblo con lealtad, respeto y amor, como he hecho a lo largo de mi vida”.
De igual manera, destacó que, luego de la muerte de la reina Isabel II, su vida cambiará y deberá asumir nuevas responsabilidades.
“Ya no podré dedicar tanto tiempo y energías a las organizaciones benéficas y a los temas que tanto me interesan. Pero sé que esta importante labor continuará en manos de otros”.
El monarca también aprovechó la oportunidad para dedicar unas cariñosas palabras a Camila, su esposa y ahora reina consorte.
“Este es también un momento de cambio para mi familia. Cuento con la cariñosa ayuda de mi querida esposa, Camilla. En reconocimiento a su leal servicio público desde que nos casamos hace 17 años, se convierte en mi reina consorte. Sé que aportará a las exigencias de su nuevo papel la firme devoción al deber en la que tanto he confiado”.
El nuevo príncipe de Gales
También dedicó algunas palabras para el príncipe William, quien asumirá el título de príncipe de Gales, y su esposa Kate, que “seguirán inspirando y liderando nuestras conversaciones nacionales, ayudando a llevar a los marginados al centro de la tierra donde se puede prestar una ayuda vital”.
A su vez, Carlos expresó su amor a su hijo menor, el príncipe Harry, y a su esposa, Meghan Markel, “mientras siguen construyendo sus vidas en el extranjero”.
“Dentro de poco más de una semana nos reuniremos como nación, como Commonwealth y, de hecho, como comunidad global, para dar sepultura a mi querida madre. En nuestro dolor, recordemos y saquemos fuerzas de la luz de su ejemplo. En nombre de toda mi familia, sólo puedo dar las más sinceras y sentidas gracias por sus condolencias y apoyo. Significan para mí más de lo que puedo expresar”.
Finalmente, el monarca británico lleno de emoción concluyó su discurso con unas sentidas palabras a su madre, la reina Isabel II, quien falleció el jueves 8 de septiembre a los 96 años de edad, después de 70 años en el trono.
“A mi querida mamá, que comienza su último gran viaje para reunirse con mi querido y difunto papá, quiero decirle simplemente esto: gracias. Gracias por tu amor y devoción a nuestra familia y a la familia de naciones a la que has servido tan diligentemente todos estos años. Que “los vuelos de los ángeles te canten hasta tu descanso””.