Funcionarios del Gobierno de Estados Unidos le preguntaron en marzo a la petrolera estatal brasileña, Petrobras, si podía aumentar la producción de crudo después de que la invasión rusa de Ucrania disparara los precios mundiales, dijeron a Reuters tres personas con conocimiento del asunto.
Salieron con las manos vacías, dijeron las fuentes.
Funcionarios de Petrobras afirmaron que los niveles de producción eran una función de la estrategia comercial más que de la diplomacia y también que un aumento significativo de la producción a corto plazo no sería logísticamente posible, dijeron las fuentes.
“Estamos… haciendo todo lo posible con nuestros aliados y socios para mitigar los impactos económicos de las acciones rusas en otras economías como Brasil”, dijo un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado enviado a Reuters. “Estamos trabajando con las empresas de energía para aumentar su capacidad de suministrar energía al mercado, particularmente a medida que aumentan los precios”.
El vocero no dio más detalles ni comentó específicamente sobre la reunión de marzo con funcionarios de Petrobras.
Petrobras negó en un comunicado que se hubiera producido alguna reunión con “representantes del Departamento de Estado de Estados Unidos”. No respondió a una solicitud de comentarios cuando se le preguntó si había sido contactado por alguna otra agencia del gobierno de los Estados Unidos, apuntó la agencia.
Washington ha estado haciendo un gran esfuerzo diplomático para asegurar los suministros mundiales de petróleo y mantener los precios bajo control después de la invasión de Ucrania por parte de Moscú. Los funcionarios estadounidenses también han estado tratando de mejorar las relaciones con el gobierno de derecha del presidente Jair Bolsonaro, a pesar de los desacuerdos sobre la guerra de Ucrania y la política ambiental.
Brasil es el noveno productor mundial de petróleo.
En “pie de guerra”
Los funcionarios estadounidenses también han pedido a los productores nacionales que aumenten la producción. En marzo, la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, dijo que el país estaba en “pie de guerra”.
También en marzo, funcionarios estadounidenses viajaron a Venezuela para sus primeras conversaciones bilaterales de alto nivel en años.
Durante una reunión en marzo, funcionarios estadounidenses preguntaron a Petrobras si la empresa tenía la capacidad de aumentar la producción a corto plazo, según fuentes del Gobierno estadounidense y de Petrobras, quienes pidieron permanecer en el anonimato para hablar de conversaciones privadas.
Una de las fuentes dijo que se realizaron contactos iniciales entre los gobiernos de Estados Unidos y Brasil, y se consultó a funcionarios de Petrobras en una reunión de seguimiento “informal”.
Los funcionarios de Petrobras respondieron que tal movimiento no estaba sobre la mesa debido a objetivos estratégicos y obstáculos logísticos, dijeron las tres fuentes.
Sin embargo, esos funcionarios agregaron que Petrobras estaba aumentando la producción a mediano plazo como parte de un plan anunciado para agregar 500.000 barriles por día (bpd) de producción de crudo para 2026.
Los ejecutivos de Petrobras insisten en que la empresa opera independientemente del Gobierno, pero el Estado es, por mucho, su mayor accionista.