Con el cierre de otros tres reactores nucleares el último día de 2021, Alemania está cada vez más cerca del abandono definitivo de la energía atómica.
Los tres reactores que aún permanecen en el país dejarán de funcionar para siempre a fines de 2022.
“El abandono de la energía nuclear es irreversible”, afirma la flamante ministra de Medio Ambiente, Steffi Lemke. La funcionaria del partido Los Verdes destaca que se avanza “según lo previsto”.
En 2011, tras el accidente nuclear en la planta japonesa de Fukushima, el entonces Gobierno alemán había acordado el abandono de la energía nuclear a finales de 2022.
Sin embargo, los debates de las últimas semanas demostraron que no todos en Alemania son de la misma opinión que Lemke. Varios líderes empresariales, entre ellos el ex director general de la química Basf, Jürgen Hambrecht, pidieron que se prolongue la vida útil de las centrales existentes.
Habrá “capacidades suficientes”
Los críticos, como Hambrecht, temen que se produzcan cortes en el suministro eléctrico, sobre todo porque Alemania quiere eliminar gradualmente la generación de energía a base de carbón antes de 2038.
Por su parte, el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), entre otros, contradice esta descripción. En un análisis reciente, los expertos parten de la base que habrá “capacidades suficientes” para asegurar el suministro de energía en Alemania, incluso después de que se haya completado el abandono de la energía nuclear.
EL DIW hace hincapié en que si el sistema eléctrico alemán pasa “rápidamente a las fuentes de energía renovables en combinación con opciones de almacenamiento y flexibilidad”, la seguridad del suministro no corre peligro a medio plazo.