El príncipe William y su hermano, el príncipe Harry, se reunieron para rendir homenaje a su madre, la princesa Diana de Gales, quien este 1 de julio hubiera cumplido 60 años.
El emotivo encuentro se llevó a cabo en los jardines del Palacio de Kensington, lugar donde presentaron una escultura creada por Ian Rank-Broadley y colocada en la antigua residencia de Lady Di, en presencia de unas 30 personas, entre ellas miembros de la familia Spencer.
En una declaración conjunta publicada en las redes sociales de los Duques de Cambridge, William y Harry afirmaron que: “Todos los días deseamos que ella todavía estuviera con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado”.
Agregaron: “Hoy, en lo que habría sido el 60 cumpleaños de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que la convirtieron en una fuerza para el bien en todo el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor”.
Finalmente, el duque de Cambridge y el duque de Sussex agradeciendo a todos los involucrados en el proyecto, así como también al resto de las personas que “mantienen viva la memoria de nuestra madre”, concluyeron.
Posteriormente, los príncipes se unieron al hermano de su madre, Charles Spencer, y sus hermanas Sarah McCorquodale y Jane Fellowes para asistir a un pequeño evento privado en el Sunken Garden del Palacio.
Esta es la primera vez que los hermanos británico aparecen juntos en público luego del funeral de su abuelo, el príncipe Felipe, quien falleció el pasado 9 de abril, a la edad de 99 años.
La obra de bronce muestra a Diana con sus brazos alrededor de dos niños. El molde está soportado por una armadura de acero inoxidable. Además, tiene un adoquín grabado con un extracto del poema The Measure of A Man de Albert Schweitzer.
Los grandes ausentes en la ceremonia fueron el príncipe Carlos y su esposa Camilla Parker-Bowles. Por su parte, Kate Middleton, la duquesa de Cambridge, tampoco asistió al evento al igual que Meghan Markle, quien se quedó en la ciudad de California con sus hijos, Archie y la pequeña Llilibet Diana.
La decisión de Carlos de Inglaterra, con quien Diana hace 40 años y del que se divorció en 1996, se debió a que no deseaba “reabrir viejas heridas”.
Diana de Gales falleció a los 36 años en un accidente de tránsito en París en 1997 junto a su novio Dodi Al-Fayed.
Cuando la princesa murió, William tenía 15 años y Harry 12.
