El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil decidió no participar como observador en las próximas elecciones presidenciales de Venezuela, las cuales están programadas para el 28 de julio.
Esta decisión se ha tomado sin que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil haya emitido un anuncio formal al respecto. No obstante, fuentes diplomáticas confirmaron que se mantiene una vigilancia constante sobre los acontecimientos en Venezuela y que están informados sobre la postura del ente electoral brasileño.
Según el TSE, el propósito de estas misiones de observación es “asegurar que el proceso electoral se desarrolle en un clima de transparencia, imparcialidad y legalidad”.
Recientemente, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela canceló la invitación previamente extendida a la Unión Europea (UE) para que enviara observadores a las elecciones, lo que ha generado diversas reacciones en el ámbito internacional.
En un contexto más amplio, en octubre del año anterior, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria acordaron el denominado Acuerdo de Barbados, comprometiéndose a la realización de elecciones transparentes y democráticas.
Posteriormente, la administración estadounidense de Joe Biden suavizó las sanciones económicas impuestas a Venezuela. Sin embargo, en un giro reciente en abril, Estados Unidos retiró una licencia esencial que beneficiaba a los sectores petrolero y gasífero venezolanos, argumentando que el Gobierno de Venezuela no había demostrado un compromiso adecuado para asegurar la integridad del proceso electoral.
Con información de G1.Globo.
